La verdad, no entiendo a qué se refieren con promesas y más promesas de que solucionarán el problema de la inseguridad, que es cada día más grave, y en la última semana doce conocidos míos han sido víctimas de la delincuencia.

El domingo pasado, a las ocho de la noche a una cuadra del Zócalo, a un individuo lo tiraron y bajaron de la moto, lo patearon, lo dejaron como Santo Cristo y, como no pudieron encender la moto, le quitaron hasta los tenis rotos sin que nadie hiciera nada para ayudarlo.

Así las historias se van uniendo a la de quien asaltaron en el Zócalo; al que le quitaron el celular en la Calle de Matamoros; a la casa que se metieron a robar a pleno día; la del pobre jardinero al que casi le da un infarto, aparte de recibir varios golpes; la de la casa en que la madrugada del viernes se metieron a robar y al sonar la alarma salieron corriendo dejando sangre en las bardas. Y si a ello le agregamos los muertos por todo el estado, la quemada en Rancho Cortés y los asesinatos de cada día, la cosa está que arde sin duda.

¿Cuál es la solución? Creo que hay muchas, pero ya hay que tomar determinaciones. No se puede vivir así.

¿Para qué queremos saber de reuniones donde se promete que van a mejorar el problema de la inseguridad con el apoyo de la federación?, eso no nos sirve de nada, necesitamos soluciones verdaderas, tangibles, no sólo promesas que no se cumplen. La verdad es que estamos cansados, hartos de que cada día vivimos con el Jesús en la boca.

De acuerdo con la Comisión Independiente de Derechos Humanos, las mujeres son asesinadas con más violencia y brutalidad, declararon sus miembros después de colocar una ofrenda a las víctimas de feminicidio en Morelos, en las escaleras de Plaza de Armas de Cuernavaca; el organismo defensor de derechos humanos lamentó el incremento en la saña con la que asesinan a mujeres.

Son en este año más de 95 las mujeres asesinadas en el estado y el colmo fue la mujer quemada que apareció este lunes en la calle de Ajusco de la colonia Rancho de Cortés.

Del 2000 a la fecha han sido asesinadas en Morelos más de mil mujeres, pero los últimos casos que se registran son cada vez con más saña y tortura. Y ya existe la Comisión de la Alerta de Violencia de Género, decretada en el 2015 en ocho municipios del estado; es un buen nombre, pero no funciona.

“Cada muerte de una mujer se queda un hueco en cada familia, tenían una familia, un apellido, que aportaban a la economía de sus hogares y les arrancaron la vida; el feminicidio va en aumento y cada día es con más saña, más violencia y brutalidad”, expresaron integrantes de esa comisión.

Consideraron que, según sus datos, desde que se decretó la alerta, el feminicidio se incrementó. Hasta el 30 de julio de este año se habían contabilizado 65 asesinatos de mujeres, situación que, se dijo, es alarmante para un estado con alerta. Destacaron que los feminicidios son la expresión extrema de la violencia en contra de las mujeres, pero lo más grave es la inacción e impunidad por parte del Estado para frenar el fenómeno que afecta a la entidad. “Son muertes provocadas, muertes que no deberían haberse dado, que han arrancado vidas, y el gobierno en este tema ha sido omiso y negligente”, manifestaron.

¿Y quién les puede decir que no? Nada más hay que ver cómo juegan con la pelota de la seguridad; pero lo que no han entendido es que la Constitución es muy clara y es una obligación primigenia de los gobiernos municipal, estatal y federal darle seguridad a sus habitantes, por lo que eso de que “a mí no me toca” es puro cuento. Les toca porque es parte de ser los ejecutivos de los diferentes niveles de gobierno que protestaron cumplir la Constitución y ésta los obliga a ser garantes de la seguridad de todos nosotros.

Estamos cansados de pretextos, ahora hasta la Diana Cazadora que se encontraba casi en la esquina de la residencia oficial del Gobierno del Estado -a pesar de las cámaras, tantos guaruras holgazanes en las puertas y las patrullas que ahí se ponen- en sus narices los rateros pudieron bajar la escultura de tamaño natural.

Esa escultura es la original que se robaron hace ya algunos ayeres en la ciudad de México. Uno de los hombres ricos de la política la trató de vender –me consta-, pero nadie quiso entrarle a comprar una escultura tan famosa y conocida; así que, después de años de tenerla en su casa y al no poder venderla, ese sujeto se la regaló al gobernador Adame, que desde luego no conocía su antecedente y mandó ponerla en una glorieta. Ahora hasta ésa se robaron de la manera más cínica, y ayer dos decapitados en Xochitepec lo único que faltaba, es que nos lo pongan enfrente, por lo que podemos concluir que no hay seguridad, que la policía no sirve, que las cámaras son una farsa y que estamos desamparados. Perdónenme, señores ejecutivos, ya déjense de declaraciones y cumplan con su obligación. ¿No cree usted?

Este jueves 31 de octubre, Amigos de la Música, A. C. presenta al Cuarteto Latinoamericano en el Centro Cultural Teopanzolco, a las 19 horas, en un homenaje a Franz Schubert. No se lo pierda.

 

teodoro lavín león
lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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