El K‑drama de Netflix La Gloria (título original: The Glory) ha encendido un intenso debate en Corea del Sur y alrededor del mundo. La serie expone con crudeza la realidad del acoso escolar extremo y la falta de respuesta institucional, generando un eco real en las vidas de víctimas que han empezado a alzar la voz.
Trama y contexto
La historia sigue a Moon Dong‑eun (interpretada por Song Hye‑kyo), quien tras sufrir brutales agresiones en la secundaria abandona su sueño de ser arquitecta. Años después, regresa planeando una venganza implacable contra sus agresores y quienes guardaron silencio. Para cumplir su plan, trabaja como maestra en la escuela donde estudia la hija de su principal acosadora.
Inspirada en casos reales de acoso—incluyendo escenarios de quemaduras con tenazas, golpes reiterados y uso de alfileres—la guionista Kim Eun‑sook diseñó un relato que busca exponer el trauma profundo que estas agresiones dejan en las víctimas.
Reacción social y legal en Corea
Desde su estreno en diciembre de 2022 (parte 1) y marzo de 2023 (parte 2), La Gloria se consolidó como un fenómeno global de audiencia, alcanzando el top 10 en más de 90 países. En Corea del Sur, su impacto fue particularmente significativo: provocó mayores exigencias institucionales sobre el acoso escolar.
El gobierno anunció nuevas medidas para 2026:
- Aplicar tolerancia cero al bullying en instituciones educativas.
- Evaluar antecedentes de acoso al momento de solicitar admisión a universidades.
- Extender el tiempo de conservación de casos para permitir acciones legales futuras, pese al estatuto de limitaciones.
Además, la llamada campaña Hakpok #MeToo permitió a muchas víctimas compartir relatos de abuso escolar — incluyendo lesiones físicas graves y abandono institucional — que habían permanecido en silencio por años.
Importancia narrativa y artística
Críticos han destacado la actuación emocionalmente intensa de Song Hye‑kyo y Jung Ji‑so (quien interpreta a la juventud de Dong‑eun), así como la habilidad de la serie para transformar una historia de venganza en un retrato psicológico potente y sensible.
La serie no solo impacta por su estética cuidada, sino por confrontar temas tabú en la sociedad surcoreana: competencia educativa, jerarquías escolares y la complicidad del silencio institucional.
Críticas y debates
Expertos advierten que aunque la ficción lidia con el trauma y la catarsis, corre el riesgo de glorificar la violencia o simplificar los conflictos complejos subyacentes en el sistema educativo y social .
Algunos observadores señalan que el formato de venganza puede desviar la atención de la necesidad de reformas estructurales reales, reemplazándolas por entretenimiento emocional o soluciones individuales.