Sin duda alguna, la incapacidad de las autoridades electorales es por la falta de conocimiento.
Un ejemplo rápido es la determinación tomada por el Impepac de suspenderle las prerrogativas al Partido Revolucionario Institucional.
La autoridad electoral no puede detener las prerrogativas de ningún partido político, por la única razón de que es algo a lo que tienen derecho en el momento que se les dio su registro.
Las tonterías son cometidas por quienes ahora dirigen al instituto, que está en manos de la incapacidad y la rapacidad del consejero de los de agua que se llevaba a su casa cuando fue secretario ejecutivo.
De lo que no cabe la menor duda es de la falta de talento, capacidad y experiencia al negarse a entregar los recursos económicos, sin entender que es un partido político nacional y que éste tiene un representante legal, que es el Presidente del Comité Ejecutivo Nacional, por lo que ha provocado más problemas; y ahora el conflicto es por la falta de conocimiento y la mente llena de recovecos con la que se tratan los asuntos a conveniencia y no conforme lo señala la ley.
Los problemas internos de los partidos son de los partidos, y ellos tienen casi siempre una comisión de justicia, que es la que tiene que resolverlos internamente; y si no, para ello están los tribunales: el Estatal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Pero el instituto en sí no tiene por qué meterse en el funcionamiento interno de los mismos, él no es más que un ejecutor, no su dueño ni su jefe; si no entienden esto, primordialmente seguirán metiendo la pata como hasta la fecha.
Porque de lo que no se han dado cuenta es de que están violentando la Ley Electoral al decidir inmiscuirse en la vida interna de un partido político, y erróneamente contestaron mal a un documento el 13 de febrero pasado, en el cual el al parecer ignorante Secretario Ejecutivo del Impepac determinó al girar instrucciones en atención a la Directora Ejecutiva de Administración y Financiamiento del órgano electoral que se le retengan las prerrogativas al PRI Morelos, hasta en tanto no se pongan de acuerdo en su conflicto interno que viven.
Al parecer, el Secretario de Finanzas y Administración del Comité Ejecutivo Nacional fue quien les pidió que retuvieran las prerrogativas.
Y, posteriormente, el Secretario de Finanzas y Administración del CDE hizo lo propio, amparándose en una inconformidad que le ganó al CEN.
Muy simple enviarle un comunicado al Presidente del Comité Ejecutivo Nacional, que es el representante legal de la institución, para que sea él quien reciba las prerrogativas de la institución que representa, y que sea el partido el que se haga bolas con su conflicto interno; no hay que sudar calenturas ajenas y menos con los partidos políticos, porque si como autoridad electoral te metes, es como meterse entre las patas de los caballos, la institución es una ejecutora y vigilante de que los procedimientos electorales se cumplan conforme a la ley, por ellos mismos y por los partidos políticos.
El argumento es que para el Impepac resulta incompatible seguir otorgándoles los recursos ante los conflictos de este instituto político; y por ello se instruyó: “que se detenga temporalmente el depósito de las partidas a qué tiene derecho el PRI, hasta en tanto las Comisiones Ejecutivas apoyadas por las áreas Ejecutivas y Técnicas, la Secretaría Ejecutiva y de Administración y Financiamiento, la dirección Ejecutiva de Organización y partidos políticos, analicen y determinen la manera en la que, legalmente, deberá procederse para realizar la entrega o la transferencia de las prácticas que por derecho le corresponden al PRI, en el ejercicio de las atribuciones que le confiere a cada una de las autoridades al Código de Instituciones y Procedimientos Electorales para el Estado de Morelos y en lo que le interesa”, indican.
Pura estupidez, no hay necesidad de tratar de darle la vuelta, porque son, además de ineficientes, miedosos; y entonces lo mandan a las comisiones para que se reparta la culpa y los consejeros, que en su mayoría no entienden nada o no se dan cuentan de que están siendo usados para dirimir culpas.
¿No cree usted?
Por: Teodoro Lavín León / totolavin@outlook.com