Si algo es complicado, no cabe duda que en este país lo hacemos más complicado. Las elecciones del próximo primero de junio serán en verdad un real problema. Sabemos que la participación ciudadana será mínima, primero porque no ha entendido de lo que se trata, luego por la complicación de los números con los colores, las boletas en las que tienes que buscar el número con el nombre de por quién tienes que votar, después ponerlo en el color que corresponde. Es un ejercicio al cual verdaderamente no conoce la ciudadanía. La pregunta recurrente es: ¿tú que sabes de elecciones, cómo debo votar? La respuesta es verdaderamente difícil, porque ni conocemos las boletas ni sabemos más que de algunos candidatos. Es obligación, tenemos que votar, lo haremos por los que consideremos aptos para el cargo, pero la verdad está muy complicado. Primero debemos conocer el nombre, el número que ocupa, el cargo por el que está compitiendo, luego dar con la boleta para ese cargo, buscar el nombre, el número y el color del cargo por el cual está luchando, y poner el número en el color.
La verdad está bastante complicado. Además, para más confusión y desconfianza de la ciudadanía, solo habrá una urna, y los resultados no los sabremos hasta pasados varios días. Ahora los funcionarios de casilla solo estarán presentes, levantarán el acta con el número de votantes; el conteo oficial será en el INE, lo que desde luego crea desconfianza de que el partido en el poder se va a quedar con todos los cargos.
Creo que es un problema de comunicación con la ciudadanía. Desde luego faltó darle a la elección uno de los principios fundamentales del INE, antes IFE, que es la certeza. Creo que aquí, en verdad, los ciudadanos no la encontramos. ¿No cree usted?
Quien debería de enterarse de las tonterías que están llevando a cabo en su nombre, en la delegación del ISSSTE —porque conociendo al director general, Martí Batres, sabemos que no estaría de acuerdo—, cuando toman determinaciones tan tontas como remover al Lic. Arturo Serrano, que ha sido un ejemplo de un extraordinario hombre del servicio público. La prensa de Morelos se siente indignada por las tonterías de quienes ostentan el poder y que llegan a Morelos en plan de conquista, a poner a sus cuates, en contra de los lineamientos que ha dictado la Presidenta de México recientemente en su carta a los miembros de Morena. ¿Sabrá el director general la verdad? Es una vergüenza que hagan lo contrario a dichos lineamientos. Los periodistas de Morelos buscaremos la manera de que el director general conozca de primera mano lo que hacen sus funcionarios, porque no se vale después de más de veinte años de servicio ejemplar. ¿No cree usted?
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