¿Quién puede pagar todos esos pesos de entrada para ver al equipo de beisbol “Los Diablos Rojos del México” contra un equipo estadunidense, que aún cuándo se sabe que ellos no son el equipo profesional, juegan mejor que cualquiera de los mexicanos, pues no más de unos cuantos aficionados y pudientes, para ir a ver el juego o comprar los boletos al doble del precio en la reventa?
Se comenzó a hablar de las rechiflas y abucheos que recibió el presidente Andrés Manuel López Obrador al comenzar el espectáculo en el que se inauguraba el nuevo estadio de beisbol de los Diablos Rojos del México. ¿De dónde provenían esos abucheos que nunca, durante las múltiples ocasiones en las cuales el presidente ha estado, los que por decir lo mínimo son cinco a la semana y jamás ha sido abucheado, aún en las presentaciones en los estados donde abuchearon a algunos gobernadores, a López Obrador la gente lo ha aplaudido a más no poder?
Aunque hay libertad de expresión y no se cometió ninguna muestra de represión por parte de las fuerzas del orden, como antaño, más de la mitad de los veinte mil asistentes lo aplaudieron y lograron acallar esos gritos y abucheos que salieron sin ninguna razón aparente. ¿Quiénes estaban detrás de las mencionadas rechiflas? Pudieron ser los aficionados del equipo contendiente venido de Estados Unidos, pero es muy caro para que más de un pequeño grupo de personas hagan este tipo de viaje y no se pondrían a agredir al presidente de otro país que les está dando la bienvenida.
Total que nos quedan algunos grupos, listos para el abucheo contra el presidente Andrés Manuel López Obrador; y entre ellos están los dueños de los periódicos fifís que han sido criticados por Andrés Manuel, por su inclinación a sobresaltar sus programas de trabajo que necesitan un tiempo perentorio de por lo menos un año para llevarse a cabo y no los tres meses que escasamente le han precedido.
También es posible que el grupo de partidos políticos de la oposición, se hayan salido de su área política y tengan alguna fuerza de choque a quien mandaron con los recursos que reciben los partidos políticos, para armar la rechifla de la que fue objeto. ¿Serán los mismos que abuchean a sus gobernadores cada vez que estos se presentan junto al presidente Andrés Manuel López Obrador?
Ya que es difícil de pensar que aquellos que siempre lo han apoyado vayan a la inauguración del campo de beisbol de los Diablos Rojos del México, nada más para rechiflarle. Cuando entrevistaron a los gobernadores de los estados, donde ellos mismos han sido abucheados, éstos reprobaron dicho comportamiento en actos públicos, los que no fueron espontáneos, sino que fueron organizados por algún grupo que no ha sido beneficiado con los cambios que está empezando a llevar a cabo con la nueva política de la cuarta transformación, actos que ni siquiera acostumbran los que están abiertamente en contra de alguna parte de su política o que no les han resuelto sus asuntos y hacen marchas o bloqueos, ya sea frente al mismo Palacio Nacional o en unas vías de ferrocarril como lo hicieron en Michoacán.
                                                                  
LA ANTORCHA
CAMPESINA
Casi nadie al que se le ha preguntado: ¿Quiénes son los integrantes de La Antorcha Campesina y qué desean?, no han sabido contestar. Unos dicen que es un grupo de campesinos que quieren que les devuelvan sus tierras, pero nadie sabe dónde están esas tierras, ni de dónde vienen, porque a los antorchistas  los sacan de toda la república, manejados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el que era dirigido oficialmente durante el sexenio pasado por un director, tan importante como un secretario de estado y a veces con un presupuesto más alto que muchos de ellos.
   Llegan a reunirse hasta cien o doscientas personas de bajos recursos, los que son llevados al centro de la ciudad o donde se necesiten para que se reconozca su presencia, toda vez que en los camiones de acarreo se les dan sus banderas color rojo, con sus cachuchas blancas hasta llegar al lugar de la manifestación o del paro. (Ellos pregonan que son miles pero no son tantos)
Cuando se le preguntó a una joven señora con su hijo en brazos qué es lo que buscaban con esa marcha, ella contestó que no sabía, pues a ella y a su hermana las fueron a recoger a su colonia con un grupo que ya venía en el camión. Luego confesó que al ir de regreso les iban a dar un dinero. “Y eso es todo lo que sé”, contestó cuando uno de los dirigentes la volteó a ver.
El joven que se acercó nos entregó unas hojas de papel que explicaban de qué se trataba su movimiento. La hoja tamaño carta era una copia sin dirección o nombre alguno. No decía si era una asociación civil, un partido político o algún ONG. Simplemente (que)… los Antorchistas en pie de lucha, exigen atención y solución a sus demandas y no traía firma algúna.
Después de hacer un panegírico del gobernador Cuauhtémoc Blanco, explican que el movimiento antorchista es una organización social que quiere agrupar a todos los pobres de México para que les cumplan los gobiernos en turno todo lo que piden para sus colonias, sin que la gente que va marchando sepa qué colonias van a regularizar, electrificar, lograr las aperturas y claves de escuelas, pavimentaciones, programas de vivienda y apoyo hacia el campo…
El documento se repite a sí mismo y termina con la frase: ¡Que viva la lucha del pueblo pobre!  Unión. Sin embargo, no hay ningún nombre que respalde ese panfleto, de los cuales se repartieron más de quinientos, porque cada uno de los marchistas traía su buen montón de hojas que repartían a cada peatón e inclusive se los daban a los taxistas y a otros automovilistas.
Y así, repitiendo lo que acostumbran hacer cada vez que hay nueva celebración, ya sea por cambio de sexenio, por campañas cuando se presentan los candidatos en algún mitin, tratándose de otros partidos políticos, porque nunca salen cuando el PRI está haciendo proselitismo político, entonces Artorcha Campesina, pone a marchar a sus seguidores por las calles y le entrega las banderas que les toca según el área. Como el noroeste, el oriente, etcétera. La razón aparente es para exigirles a los gobiernos en turno, todo lo que se necesita para la gente pobre de su colonia, sin que las personas que ondean esos banderines rojos, sepan para qué están ahí o para qué fueron acarreados. Lo único que importa es que les den su dinero a la hora de regresar a sus distintas colonias. La razón de las marchas y bloqueos es mostrarle a los gobernantes de que ellos presionan fuerte para hacerse notar cerrando las vialidades y gritando consignas sin sentido especifico o coherente pero en especial molestando a los ciudadanos.
Están enojados porque ahora ya no pueden gastar el dinero del gobierno y tienen pocos fondos por parte de quienes los contratan.

Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com

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