EL FACTOR económico empieza a recuperar un lugar preponderante en la preocupación del grueso de la sociedad, luego de que en el primer cuatrimestre se vio desplazado por el tema de salud debido al COVID-19. Así lo empiezan a mostrar diversos estudios de opinión pública, lo que complica el escenario, porque todavía no bajamos de la cresta de la pandemia, y los dineros escasean, mientras la inseguridad no cede. En este escenario, necesariamente, el ejercicio de gobierno en sus tres niveles será determinante para despresurizar el ambiente que debe enfrentar la sociedad, asediada ya por esos tres agresivos factores.
DICHO ESTABA que la estadística es valiosa como herramienta para el diseño de políticas públicas, pero no para maniobras políticas, como ahora se ha sido sobre el número de infectados y muertos por coronavirus. Las cifras de afectaciones por la pandemia en Morelos, especialmente en Cuernavaca, ya hicieron reaccionar al gobierno federal mediante la asignación de una representante, Elsa Veites, para echar caballería. También el domingo el director general del IMSS, Zoé Robledo, vino a la capital para supervisar las condiciones del servicio, lo cual ojalá se traduzca en más apoyo en personal, instalaciones, equipo e insumos.
EN LO económico, la acción más directa sería la reactivación de los negocios, sin embargo ello va en sentido contrario a la lucha para reducir el nivel de contagios que sigue en acelerado ascenso allá y acá. Lo malo es que en cualquier sentido que se marche habrá pérdidas; es decir, si se prolonga el aislamiento social la economía se en!laría hacia una mayor recesión, lo contrario sería atentar contra la salud del pueblo. Y si las preocupaciones sanitaria y económica no fueran su!cientes, la de inseguridad no ceja, poniendo al país y a Morelos en desventajosa condición, porque marzo ya marcó un alza en homicidios y otros delitos.
QUIZÁ PERCEPCIÓN, ayer fue reportado un incremento en la movilidad social en la capital de Morelos, tal vez ya no tanto producto de un muy irresponsable valemadrismo, sino acaso por la necesidad de ingresos.
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