Los Ángeles.-— Más de una docena de sismos, encabezados por un temblor de magnitud 4.3, sacudió el sur de California este jueves, enviando ondas de pánico a través de la región y activando alertas que dejaron a los residentes en vilo. Con epicentros cerca de Rialto y Muscoy, en el condado de San Bernardino, este enjambre sísmico no sólo alarmó a los habitantes de Los Ángeles, sino que también se sintió desde Bakersfield hasta San Diego, recordando a todos la fragilidad de vivir en una de las zonas más sísmicamente activas del mundo.

Detalles del evento sísmico

El enjambre comenzó temprano, con un primer sismo de magnitud 3.0 a las 8:34 a.m., seguido rápidamente por otro de magnitud 2.8 ocho minutos después, según datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS). El evento principal, un terremoto de magnitud 4.3, golpeó a las 9:32 a.m. a una profundidad de aproximadamente 3.3 millas, con su epicentro ubicado a unas 4 millas al noroeste de Rialto. Este fue seguido por varias réplicas, incluyendo una de magnitud 3.1 apenas cuatro minutos después, y al menos cinco réplicas adicionales registradas antes del mediodía, con la más fuerte siendo la de magnitud 3.1.

Datos de monitoreo sísmico, como los proporcionados por VolcanoDiscovery, indican que se registraron 31 terremotos dentro de un radio de 100 kilómetros de Rialto en las últimas 24 horas, muchos de los cuales probablemente formaron parte de este enjambre. Aunque 100 kilómetros abarca un área amplia, la concentración de eventos cerca de Rialto sugiere una actividad significativa y sostenida, alimentando las preocupaciones de los expertos y residentes por igual.

Alcance y percepción

El temblor no se limitó al área inmediata de San Bernardino; las ondas sísmicas se extendieron a lo largo y ancho de Southern California, afectando a comunidades tan distantes como Los Ángeles, Orange County, y más allá. Reportes de ciudadanos en redes sociales, reflejan un sentimiento general de inquietud, con publicaciones como "Sentí el temblor en el centro de LA, es hora de revisar mi kit de emergencia" circulando ampliamente.

Según el USGS, más de 6,700 personas respondieron a su informe "Did You Feel It?", confirmando que el impacto fue extenso y notable, especialmente en áreas urbanas densamente pobladas. A pesar de la magnitud del evento, no se han reportado daños estructurales ni lesiones, lo que ha sido un alivio para las autoridades y los residentes.

Sin embargo, el mero hecho de que un enjambre de esta magnitud ocurriera en una región conocida por su historia de terremotos devastadores, como el de Northridge en 1994, ha reavivado los temores de "El Grande", el terremoto masivo largamente anticipado que podría devastar la región.

Perspectiva de los expertos

Sismólogos han señalado que este tipo de enjambres no es inusual en la región conocida como la tendencia de Fontana, una zona geológicamente activa donde los pequeños terremotos a menudo ocurren en grupos. Lucy Jones, una reconocida sismóloga, comentó: "Es un lugar que tiene muchos pequeños terremotos y a menudo vienen en pequeños grupos, como éste". Aunque estos eventos son comunes, Jones enfatizó que cada terremoto, sin importar su tamaño, es un recordatorio del riesgo sísmico constante en California, especialmente dado que el estado se encuentra en múltiples fallas, incluyendo la famosa falla de San Andrés.

Históricamente, desde 1990, la tendencia de Fontana ha experimentado aproximadamente 130 terremotos de magnitud 3.0, y en los últimos 10 días antes de este enjambre, se registraron tres terremotos de magnitud 3.0 o mayor en las cercanías, según informes de la prensa local. Esto subraya la actividad sísmica persistente en la región, con California promediando 25 terremotos entre magnitudes 4.0 y 5.0 anualmente, según el USGS.

Respuesta oficial y preparación

Aunque no se especificaron alertas formales del sistema ShakeAlert, que típicamente se activa para terremotos de magnitud 4.5 o mayor, el enjambre sísmico activó sistemas de monitoreo y notificó a las autoridades locales, lo que llevó a recordatorios urgentes sobre la preparación ante terremotos. Dan Munsey, jefe del Departamento de Bomberos del condado de San Bernardino, declaró: "Este enjambre es una llamada de atención. Debemos asegurarnos de que nuestras comunidades estén listas para eventos sísmicos más grandes que podrían ocurrir en el futuro".

Las autoridades han instado a los residentes a revisar sus kits de emergencia, asegurar muebles pesados y tener un plan de evacuación. El USGS anima a quienes sintieron los terremotos a reportar sus experiencias a través del sistema "Did You Feel It?" para ayudar a los científicos a comprender mejor el impacto y alcance de estos eventos.

Contexto y advertencia

Este enjambre, aunque no causó daños inmediatos, ha servido como un sombrío recordatorio de la vulnerabilidad sísmica de California. Con la historia reciente marcada por terremotos devastadores y la amenaza constante de fallas activas, los residentes están siendo instados a no bajar la guardia. "Cada temblor es una oportunidad para prepararnos", dijo un portavoz de la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador de California, destacando la necesidad de kits de emergencia con suministros para tres días, incluyendo ropa, comida, agua, medicamentos y documentos importantes.

En conclusión, mientras el sur de California respira aliviado por la ausencia de daños, el enjambre del 31 de julio de 2025 ha dejado una marca indeleble: la urgencia de estar preparados para cuando el próximo gran terremoto golpee. Los científicos, las autoridades y los ciudadanos deben trabajar juntos para mitigar los riesgos y proteger a las comunidades en esta tierra de fuego y movimiento constante.

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