La semana pasada vino a tierras morelenses el Presidente Electo de México, Andrés Manuel López Obrador, y ni duda cabe del jalón que el próximo ejecutivo nacional tiene con la gente, ante una plaza abarrotada en la cual realizó un recorrido en medio de la valla donde la gente se volcó con un entusiasmo impresionante.

En la reunión en la plaza pública llena y con su acostumbrado manejo de las multitudes, hizo gritar y reír a los presentes, y de un plumazo acabó con los rumores de que estaba peleado con el Gobernador Constitucional del Estado; todo lo contrario, le dio todo su apoyo a Cuauhtémoc Blanco, quien lo acompañaba en el presídium, así como algunos funcionarios locales y los representantes federales ante las cámaras de su partido Morena.

Fue claro al decir que estaba hasta el copete de los problemas que se tienen con los representantes de su partido en el estado, los que aquí ganaron todo, por lo que deben de trabajar unidos, ya que estos problemas no existen en estados donde gobierna otro partido y, por lo tanto, menos deben de existir aquí; enfatizó su apoyo con toda claridad al gobernador y lo abrazó en medio del aplauso generalizado. Los funcionarios del nuevo gobierno estaban todos presentes en la parte de enfrente y, del lado izquierdo, la gente entregada a quien ganó las elecciones del pasado primero de julio de manera impresionante.

Durante el evento habló también del problema universitario y dijo que desde luego salvaría a la universidad pública del problema financiero que tiene, siempre y cuando se haga una revisión de los gastos de los últimos tiempos; dijo que las universidades, a pesar de su autonomía, deben de rendir cuentas, ya que trabajan con dinero del pueblo y advirtió que mientras no se revisaran los gastos, no habría rescate financiero, esto en respuesta a un grupo de jóvenes que gritaban “UAEM, UAEM”, a quienes les dijo: “Un momento” y a continuación anunció la creación de otras tres universidades en el estado, pues dijo que eran fundamentales para el desarrollo de México.

AMLO también anunció el número de apoyos que brindará su gobierno a los jóvenes y a los adultos mayores; mencionó el número de jóvenes que tendrán trabajo, ya que serán contratados por el estado y la industria, y recalcó que, como lo había dicho en la campaña: “Estudiantes sí, sicarios no”.

Habló de la importancia de la honradez y de que se acaben la impunidad y la corrupción, y que estará pendiente de que ésta no exista en el país, ya que va a hacer una presidencia itinerante, no estará en su escritorio de Palacio Nacional; dijo que ahí vivirá y que a partir del primero de diciembre la hasta hoy residencia oficial de Los Pinos será un museo abierto a todo público.

Señaló que no hay pretexto para no acabar con la corrupción y dijo que será vigilante, y que está abierto a escuchar a todos en cualquier momento.

Con el carisma que lo caracteriza, hizo un recorrido por en medio de la multitud y saludó de mano a muchísima gente que se aventaba sobre la valla para darle la mano y jalarlo de la ropa.

Dijo que ya envió al Congreso el decreto por el que se desaparecen las pensiones para los ex presidentes de la república, y que, desde luego, él ganara sólo el 40% de lo que gana el actual presidente. Señaló la importancia de la vida austera y afirmó que los funcionarios son, empezando por él, los empleados de todos los mexicanos, ya que es el pueblo con sus impuestos quien les paga, por lo que los servidores públicos eso deben de ser: servidores públicos al servicio de sus jefes, que son los ciudadanos.

Dijo que buscará acabar con la inseguridad que lacera a los mexicanos, que habrá una policía nacional que estará encargada de la seguridad y que, por lo pronto, el Ejército y la Marina serán quienes lo apoyarán en ello.

De la misma manera, dijo que la revisión a la universidad será a fondo, para ver el porqué del quebranto financiero –desde luego después de la “Estafa Maestra”- y la revisión será importante, pero que desde luego que la universidad tendrá su apoyo porque la educación es de gran importancia, y giró instrucciones al que será el próximo secretario de Educación para que tomara cartas en el asunto.

Desde luego que hubo protestas con cartulinas de los jubilados de la SEP, a las que atendieron el secretario de Educación y el director del IBEM.

A lo único que no respondió fue a la protesta de “Graco a la cárcel”, que la gente coreaba en medio del discurso; sólo dijo que se haría justicia para todos, para entrar enseguida al Palacio de Gobierno, donde dio en forma conjunta con el Gobernador Cuauhtémoc Blanco una rueda de prensa a los medios locales y nacionales.

No cabe duda de que la esperanza está puesta en él, lo que en verdad es un paquete inmenso y no fácil de resolver. ¿No cree usted? 

 

Por: Teodoro Lavín León

totolavin@outlook.com

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