Un potente sismo de magnitud 6.3 sacudió la región norte de Mazar‑e Sharif, Afganistán, durante la madrugada del 3 de noviembre, provocando un saldo preliminar de al menos 27 personas fallecidas y cerca de mil heridos, según los reportes oficiales.
El movimiento telúrico tuvo su epicentro en la provincia de Balkh, a una profundidad estimada de 28 kilómetros, lo que contribuyó a que las vibraciones se sintieran con intensidad en varias localidades cercanas.
Las autoridades informaron que, además de las víctimas humanas, el sismo dejó daños estructurales significativos: decenas de viviendas colapsaron, múltiples edificios sufrieron fracturas y se registraron cortes de energía en la zona, complicando el acceso de los equipos de rescate.
Este evento se suma a una larga lista de desastres naturales que afectan a Afganistán, país cuya infraestructura vulnerable y prolongada crisis humanitaria agravan el impacto de estos fenómenos. Las autoridades advierten que las cifras podrían aumentar en las próximas horas conforme se acceda a comunidades remotas para evaluación y rescate.
