Aunque la falta de desarrollo dentro de los parámetros normales puede comenzar a verse desde mucha más temprana edad, es cuando los niños tienen entre 10 y 15 años que comienzan a notar que sus hijos tienen problemas de crecimiento infantil.

Hay sitios como el Centro Sequoia uno de los más conocidos en México que están encargados de brindar toda la asesoría y tratamiento que una persona con déficit de la hormona de crecimiento (HG) también conocida como también conocida como somatropina encuentra en la cara anterior del cerebro.

Esta sustancia es esencial para controlar el crecimiento del cuerpo, así como el metabolismo, que es el proceso por el cual el cuerpo utiliza los alimentos y la energía.

La hormona del crecimiento es producida en el cerebro, por la glándula pituitaria, que se encuentra en la base de este, su deficiencia causa una gran diferencia en lo que debería ser el crecimiento normal de los niños.

Cuando notamos que evidentemente la estatura de un niño está muy por debajo en comparación con el resto de los infantes es hora de visitar un endocrinólogo pediatra que es el médico que se especializa en esta área y puede ayudar a que el crecimiento sea normal en sus pacientes, mediante distintos tratamientos y recomendaciones.

La importancia de la hormona de crecimiento

El buen funcionamiento de la hormona de crecimiento es vital para cualquier ser humano, pues desempeña un papel protagónico en el crecimiento de los huesos y el desarrollo de la masa muscular y, en consecuencia, de la estatura.

Esta hormona también es necesaria en la edad adulta porque influye en la salud tanto de los huesos como de los músculos. Si se experimenta un déficit o exceso de esta hormona pueden padecer problemas en el organismo tanto de niños como de adultos.

¿Para qué sirve una prueba de hormona de crecimiento?

Los niveles de hormona del crecimiento pueden verificarse con pruebas que miden otras sustancias relacionadas con la producción de la hormona del crecimiento, como hormonas y proteínas.

Las dosis de hormonas de crecimiento se suelen administrar mediante inyecciones diarias. Se trata de un tratamiento que puede durar varios años. Sin embargo, la frecuencia de las aplicaciones puede ir variando de acuerdo con lo que el médico encargado del caso considere necesario.

Las pruebas de hormonas de crecimiento pueden detectar no solo déficit de esta, sino también gigantismo que es un raro trastorno generado cuando el organismo produce mucho de esta hormona. También suele presentarse acromegalia que es un problema que afecta a los adultos que producen un exceso de esta hormona y tienden a tener huesos más gruesos de lo normal, así como manos, pies y rasgos faciales notablemente agrandados.

¿Qué síntomas podemos ver en un niño que tiene problemas?

Un endocrinólogo pediatra puede considerar el trastorno de la hormona de crecimiento cuando nota que el niño tiene un crecimiento más lento que los otros de la misma edad. También pueden presentarse brazos y piernas más cortos y pesos bajos, así como retraso en la pubertad.

Como se dijo, las fallas en la hormona de crecimiento no son solo por déficit, sino también por exceso. Esto se evidencia en cráneos demasiado, manos y pies demasiado grandes, así como un crecimiento excesivo comparado con niños de la misma edad. También es posible que se presente una obesidad leve a moderada.

Los trastornos de la hormona de crecimiento afectan a miles de niños en el mundo que muchas veces son producto de burlas por el resto de los compañeros. Por eso es importante que ante cualquier sospecha de que algo no está funcionando bien la mejor opción es acudir a un especialista que realice las pruebas necesarias y coloque el tratamiento adecuado. Hay que resaltar que mientras menor sea el niño más efectivas serán las terapias.

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