Aunque podría parecer contradictorio, escuchar música triste durante momentos difíciles puede ayudarnos a sentirnos mejor. Este fenómeno ha sido objeto de estudio por parte de la ciencia, y hay una explicación detrás de por qué estas canciones pueden tener un efecto reconfortante.

Diversos estudios señalan que, al escuchar música melancólica, nuestro cuerpo puede liberar prolactina, una hormona que está relacionada con la sensación de consuelo y alivio emocional. Esta sustancia es producida por la hipófisis, una glándula ubicada en el cerebro, y aunque comúnmente se asocia con la producción de leche materna, también cumple funciones importantes para regular el estado de ánimo.

La liberación de prolactina ante la música triste puede ayudarnos a procesar mejor las emociones negativas y generar una sensación de calma. Es decir, cuando nos sentimos identificados con una letra o una melodía nostálgica, nuestro cuerpo puede responder tratando de equilibrar ese estado emocional.

No todas las personas experimentan este efecto de la misma manera. Mientras algunas reportan sentirse reconfortadas, otras pueden experimentar un estado más triste o introspectivo. Lo importante es reconocer cómo reacciona cada quien ante este tipo de estímulos y usar la música como una herramienta emocional útil.

Así que no es casualidad que algunas canciones que nos han hecho llorar también nos hayan ayudado a sanar. La ciencia sugiere que hay algo más profundo detrás de esa conexión emocional con la música triste: una respuesta biológica diseñada para ayudarnos a sobrellevar el dolor.

 

junio  2025  - CDI Morelos

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