EN UNA de cal por “n” de arena o, lo que es lo mismo, al fin atinó una, el comisionado estatal de derechos humanos salió ayer para referirse a la necesaria coordinación de los tres niveles de gobierno vs. el COVID.
Justo al momento de soltar su “speech”, el temblor quiso quitarle el protagonismo, pero el ombudsman Raúl Israel Hernández a fin pudo concluir su mensaje en sentido de que lo más importante es la gente.
Obvio, la aparición y el mensaje se dieron por la discrepancia en los criterios para la reactivación económica y social; la estatal que va por aguantar más el aislamiento, y la capitalina de la reapertura gradual.
DE CIERTO, la discrepancia en los criterios para afrontar la pandemia en Morelos son similares con los que se dan entre la federación y más de dos-tres entidades federativas, porque cada caso es único, pero…
Para efectos en Morelos, no es lo mismo la región sur que la norte y la central, por lo que tiene validez el tratamiento diferenciado, pero en ninguno de los casos al margen de la coordinación entre autoridades.
Es decir, habida cuenta de la movilidad intermunicipal, por regiones, valdría esta consideración para armonizar programas de reactivación por zonas, para lo cual resulta necesaria muuucha voluntad política.
LOGRAR UNA sólida coordinación entre las autoridades municipales y estatal va mucho más allá de la argumentación jurídica en cuanto a sus respectivas competencias, aquí urge la sensibilidad de cada uno.
Cierto que hay disposiciones jurídicas federales, pero al mismo tiempo hay competencias estatales y municipales que no chocan con lo que dispone la Constitución, y su probable litigio distrae de lo más relevante.
Más aún, sobre las responsabilidades de lo que pasará en la ruta de la reapertura, no ha lugar el deslinde de una u otras autoridades porque aquí de lo que se trata es evitar fallecimientos. Es imperativo común.
LAS CIFRAS de afectados por COVID en Morelos no sólo no bajan sino a la luz de los informes oficiales siguen en ascenso, por ello se impone deponer un tanto los afanes de grupo para privilegiar al bien de todos.
Por: E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1