Hoy se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres en un contexto en el que las autoridades de todos los niveles buscan, por todos los medios habidos, contener esta problemática que afecta al sector femenino.
Hablar de combate a la violencia contra la mujer significa cambiar por completo la educación de una sociedad que por décadas fue considerada “machista”.
Porque la violencia contra las mujeres no sólo se ejerce a través de los hombres, también en algunos casos es aplicada de mujer a mujer, lo cual puede tener otro enfoque, pero no minimiza el problema.
En los últimos años se han implementado amplias campañas para concientizar a las mujeres, en primer lugar, de todas aquellas conductas que son consideradas como violencias (en todas sus variantes, física, psicológica, emocional, familiar, laboral y un largo etcétera).
Hoy, la gran mayoría de las mujeres sabe perfectamente cuando está enfrentándose a una situación de violencia en su contra y también tiene una variedad de herramientas que pueden funcionar para su protección, lo que representa un enorme avance.
Sin embargo, en lo que quizá se debe trabajar más es en educar ahora al sector masculino sobre todas y cada una de las actitudes que son consideradas como violencia y que deben evitar.
Reeducar a toda una sociedad en este tema es un trabajo arduo, pero no imposible, sobre todo si queremos tener generaciones futuras más concientes y responsables en el trato respetuoso, no sólo hacia la mujer, sino a cualquier persona.
