Cuando pensamos en los Evangelios, inmediatamente vienen a la mente los cuatro libros del Nuevo Testamento: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Sin embargo, más allá de estos textos oficiales, existen otros relatos sobre la vida, enseñanzas y milagros de Jesús que fueron excluidos de la Biblia. Estos son los Evangelios Apócrifos, escritos que han estado rodeados de misterio, censura y controversia a lo largo de la historia.

¿Qué son los Evangelios Apócrifos?

El término apócrifo significa “oculto” o “secreto”, y se usa para referirse a una serie de textos religiosos que no fueron aceptados en el canon oficial del cristianismo. A diferencia de los Evangelios de la Biblia, que fueron reconocidos por la Iglesia como la versión auténtica de la vida de Jesús, los Evangelios Apócrifos presentan visiones alternativas, a veces fantásticas o contradictorias, sobre su historia.

Estos textos fueron escritos entre los siglos II y IV d.C., en su mayoría en griego, copto y latín, y ofrecen detalles que no aparecen en los Evangelios oficiales, como episodios de la infancia de Jesús, sus años desconocidos antes del ministerio público y enseñanzas que no fueron incorporadas a la doctrina cristiana tradicional.

Tipos de Evangelios Apócrifos

Los Evangelios Apócrifos se pueden dividir en varias categorías:

Evangelios de la infancia: Relatan episodios de la niñez de Jesús, como el Evangelio de Tomás o el Evangelio de la Infancia de Santiago, donde se narran milagros sorprendentes, como un niño Jesús dando vida a figuras de barro o castigando a otros niños con poderes divinos.

Evangelios gnósticos: Influenciados por la corriente filosófica del gnosticismo, presentan a Jesús como un maestro de sabiduría oculta. El Evangelio de Judas, por ejemplo, plantea que Judas Iscariote no traicionó a Jesús, sino que cumplió su voluntad al entregarlo.

Evangelios de la Pasión: Describen la crucifixión y resurrección desde perspectivas distintas. El Evangelio de Pedro, por ejemplo, muestra una resurrección más espectacular, donde Jesús sale del sepulcro acompañado de figuras celestiales gigantes.

¿Por qué fueron excluidos de la Biblia?

En los primeros siglos del cristianismo, la Iglesia necesitaba establecer una doctrina unificada, por lo que en el Concilio de Nicea (325 d.C.) y otros posteriores, se determinó qué textos serían considerados sagrados y cuáles serían rechazados. Los Evangelios Apócrifos quedaron fuera del canon por varias razones:
    •    Contradecían los Evangelios oficiales en varios aspectos teológicos.
    •    Algunos presentaban elementos esotéricos o filosóficos incompatibles con la doctrina cristiana.
    •    Se creía que algunos podían ser falsificaciones o exageraciones sin base histórica.

A pesar de su exclusión, estos textos nunca desaparecieron del todo. Algunos fueron preservados por comunidades cristianas minoritarias y otros redescubiertos en hallazgos arqueológicos como los manuscritos de Nag Hammadi en 1945.

El interés actual en los Evangelios Apócrifos

Hoy en día, los Evangelios Apócrifos generan gran interés tanto en la academia como en la cultura popular. Han inspirado novelas, documentales y teorías sobre la vida de Jesús que van más allá de lo que la tradición cristiana enseña. Aunque no son considerados “palabra de Dios” por la mayoría de las iglesias cristianas, ofrecen una visión diferente de las múltiples interpretaciones que existieron en los primeros siglos del cristianismo.

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