Has escuchado historias de perros que recorren kilómetros para reencontrarse con su familia? Aunque parecen milagros, la ciencia tiene una explicación que combina instinto, memoria y un misterioso sentido magnético.
Cuando un perro se pierde, la angustia es inevitable. Pero investigaciones recientes muestran que muchos peludos tienen una asombrosa capacidad para orientarse, incluso en terrenos que nunca han pisado antes. Y no se trata solo del olfato.
Su memoria espacial es sorprendente
Los perros pueden recordar rutas, caminos y hasta atajos. Un estudio publicado en Applied Animal Behaviour Science demostró que forman “mapas mentales” del entorno, lo que les permite moverse con seguridad incluso en zonas desconocidas.
Esta habilidad pudo heredarse del lobo gris, su antepasado, acostumbrado a recorrer vastos territorios en busca de alimento y seguridad.
¿Un sexto sentido animal?
Un grupo de científicos checos puso a prueba a 27 perros en un bosque desconocido. Con GPS y cámaras, analizaron más de 600 recorridos. Algunos perros regresaron guiándose por su olor, pero otros tomaron rutas nuevas y sorprendentes.
Antes de arrancar, corrieron unos metros en línea recta hacia el norte o el sur. A este fenómeno se le llamó “la carrera de la brújula”. Los expertos creen que los perros usan el campo magnético de la Tierra, como si tuvieran un GPS natural.
No todos los perros pueden hacerlo
Los expertos advierten que muchos perros actuales han perdido parte de esta habilidad, ya que viven protegidos en hogares y rara vez necesitan orientarse solos. Sin embargo, esto no significa que el instinto haya desaparecido por completo.
Por eso, si tu perro se pierde, no pierdas la fe: su corazón y su instinto podrían llevarlo de vuelta contigo. Aun así, recuerda la importancia de colocarle una placa, chip o localizador GPS.
