Utilizar el claxon para insultar a otro conductor ya no es opción para que descarguen su rabia en los congestionamientos viales.

Y es que desde el 15 de diciembre de 2015, fecha en la que entró en vigor el nuevo Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, hasta principios de mayo se han sancionado a 157 automovilistas por violar el artículo 7 fracción III del ordenamiento vial, de acuerdo con información obtenida por El Big Data Mx.

Dicho artículo establece que se sancionará el utilizar el claxon con un fin diferente al de evitar un hecho de tránsito especialmente en condiciones de congestión vehicular, así como provocar ruido excesivo con el motor.

Por lo que tocar el claxon indiscriminadamente genera una multa de 358 a 716 pesos y un punto de penalización en la licencia de conducir.

Areli Carreón, coordinadora de Políticas Públicas de la asociación civil Bicitekas, comentó a está casa editorial que a su parecer el número de sancionados por utilizar el claxon indiscriminadamente se queda corto en comparación a los altos niveles de ruido que se generan en la Ciudad de México.

Y es que la capital se considera una de las ciudades con mayor contaminación acústica, ya que, de acuerdo con datos de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), en el centro de la ciudad se alcanzan niveles que oscilan entre los 67.1 y 72.9 decibeles (dB), y los principales factores que la desencadenan son el ruido del motor o del claxon del automóvil.

No obstante, la norma ambiental NADF-005-AMBT-2013 establece como niveles máximos permisibles los 65 dB de 6:00 a 20:00 horas y 62 dB de 20:00 a 6:00 horas.

Adicionalmente, según información de la PAOT, de 2002 a febrero de 2015 se presentaron 4 mil 184 denuncias interpuestas por ruido ante la Procuraduría.

"La contaminación auditiva contribuye a los incidentes de tránsito en la medida en la que se estresan los conductores. De lo que se trata es que se utilice moderadamente el claxon", expuso Carreón.

La contaminación auditiva causa afectaciones en la presión arterial, la modificación del ritmo respiratorio, tensión muscular y silbido en los oídos. Mientras que los daños psicológicos que produce son  estrés, irritabilibidad, trastornos del sueño, mala memoria y falta de atención.

María Fernanda Rivero Benfield, presidenta la asociación civil México Previene, coincide en que la utilización desmedida del claxon contribuye a la contaminación auditiva de la ciudad e influye en la salud de las personas.

"Nosotros creemos que este tipo de sanciones es correcta. Sabemos que es imposible sancionar a todas las personas que tocan el claxon desmedidamente, pero hay que empezar así para que los ciudadanos nos eduquemos", apuntó.

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