CUERNAVACA, MORELOS.- A cuatro meses de que Hortencia Figueroa Peralta dejara el cargo de vicepresidente del Congreso de Morelos en funciones de presidenta, y de haber sido denunciada penalmente por los delitos de peculado y desvío de recursos, continúa impune debido a que hasta el momento las autoridades judiciales no le han fincado cargos.
Los únicos que se han atrevido a señalarla directamente de haberles robado son los empleados sindicalizados, a quienes, primero les suspendieron derechos ante el Instituto de Crédito por cuotas y pagos atrasados, y después estuvieron en riesgo de no tener aguinaldo en tiempo y forma.
A finales de septiembre, el presidente de la Mesa Directiva del Congreso, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez y otros, promovieron la primera denuncia penal en contra de Hortencia Figueroa y otros ex diputados que tuvieron en sus manos el manejo del presupuesto del Congreso.
Nada se sabe aún; la segunda denuncia fue presentada ante la Fiscalía Especial Anticorrupción, por el diputado José Casas González, quien estuvo muy activo en medios de comunicación haciendo señalamientos, y ahora no ha hecho ninguna declaración sobre el avance del expediente contra la ex legisladora por el PRD.
Señalamientos
directos
En una asamblea del sindicato de trabajadores al servicio del Poder Legislativo, Hortencia Figueroa recibió reclamos directos por las retenciones de dinero de forma directa de sus sueldos, que no fueron enteradas al Instituto y por el descuento de un seguro de vida que tampoco fue adquirido realmente.
La diputada se enfureció por los reclamos e incluso después llamó a su oficina a quienes tuvieron el valor de encararla de frente, para intimidarlos.
Esos mismos señalamientos fueron hechos nuevamente ahora, cuando el nuevo presidente del Congreso, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, anunció que no había dinero para pagar aguinaldos.
Los empleados acusaron con índice de fuego a la perredista del desfalco en el presupuesto; prueba dl ilícito, dijeron fueron los cheques por cantidades millonarias que Hortencia Figueroa se  pagó, a horas de dejar el cargo, y los que emitió a favor de sus compañeros de legislatura.
A pesar de las evidencias, de las denuncias y de las declaraciones mediáticas, a cuatro meses, Figueroa Peralta vive en la impunidad, incluso con el señalamiento de haberse llevado hasta las sillas, tipo equipales, de la Junta Política, que hoy lucen en un negocio familiar de pozole, por los rumbos de Jojutla.

Denuncias. Después de cuatro meses y a pesar de las denuncias, la diputada Hortencia Figueroa está en la impunidad, y los iniciadores, muy callados.

Por: DDM staff
local@diariodemorelos.com

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