Miles de accidentes han sucedido desde que fue construido el tramo Tlalpan-Cuernavaca de la autopista México-Acapulco. Y mucho tiempo transcurrió de esta obra construida por la Comisión Nacional de Caminos en la década de los veinte del siglo pasado. Se dice rápido y fácil, pero hace muchos años que la autopista de 161 kilómetros que va de Cuernavaca a la CDMX se hizo vieja. Cuando en Morelos vemos lejana la posibilidad de aumentar el número de carriles de esta que, junto con la de Querétaro, es una de las autopistas más transitadas de México, el gobierno federal ya ha publicado las características del Tren Interurbano México-Pachuca. Anunciado éste como una de las acciones de la actual administración para traer de vuelta las obras ferroviarias entre estados, medirá 64 kilómetros y tendrá tres estaciones que permitirán conectar hasta el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en el municipio de Zumpango, Estado de México. El Tren Interurbano desarrollará una velocidad de 120 kilómetros por hora, lo que reducirá el tiempo de traslado de 90 a menos de 40 minutos, y una capacidad de traslado de 200 mil personas diarias. Este tren es uno de los siete proyectos de servicio público de transporte ferroviario, cuyas labores estarán a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En estas condiciones la gobernadora Margarita González Saravia informa que solicitará el apoyo del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum para ampliar la autopista México-Cuernavaca. El objetivo es evitar los congestionamientos vehiculares que registra nuestra carretera de cuota en la Semana Santa, los fines de semana y otros días de vacaciones. La nota coincide con que la Asociación de Agencias de Viajes de Morelos propuso establecer una ruta que conecte el Aeropuerto Mariano Matamoros con Cancún. Mientras son promocionados los vuelos baratos al balneario del caribe mexicano, en el aeropuerto de Cuernavaca no había pasado nada hasta la actual administración estatal. Un informe de la Secretaría de Desarrollo Económico y del Trabajo afirma que año serán invertidos cien millones de pesos en la construcción de una planta de tratamiento, el mantenimiento de la pista y la instalación de equipos de control de aeronaves.
Mucha agua ha corrido en los ríos de Morelos desde que el gobernador Lauro Ortega Martínez construyó el aeropuerto Mariano Matamoros. El 15 de abril de 1988, don Lauro trajo al secretario de Agricultura y Ganadería, Eduardo Pesqueira Olea, para que le echara un vistazo al nuevo aeropuerto y le informara al presidente Miguel de la Madrid. En términos políticos, esto marcó el arranque del aeropuerto ubicado en el municipio de Temixco. La primera aeronave de carácter comercial que operó ahí fue un bimotor de cuarenta pasajeros de la empresa Aeromorelos, que durante unos meses de la década de los ochenta voló de Cuernavaca a Huatulco. Mientras la falta de pasaje se llevó el pequeño bimotor en la capital de Oaxaca, en Morelos las empresas aéreas más tardaron en comenzar a llegar que en irse.
Cuarenta años atrás, Morelos era uno de los pocos estados que no tenía instalaciones aeroportuarias. Incluida la terminal y la pista de 3 mil 100 metros, había costado 10 mil millones de pesos viejos. Construido con la idea de que andando el tiempo el aeropuerto morelense fuera alterno al Benito Juárez de la Ciudad México, inicialmente fue utilizado para la exportación de flores producidas en nuestra entidad, mediante un programa creado por Ortega quien, junto con Emilio Rivapalacio Morales, hasta hoy son recordados como los mejores gobernadores... (Me leen el lunes).
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