Presentado Agustín Alonso Gutiérrez como candidato del Partido Nueva Alianza-Morelos a diputado local por el doceavo distrito, no hizo falta que dijera nombres para que fustigara a los diputados de la actual Legislatura que han sido “maiceados”. Hizo un retrato hablado de los diputados cuyos devaneos políticos los insinúan sujetos a intereses extra legislativos, afirmó que su prioridad al llegar al Congreso será no venderse (al Ejecutivo), y con su silencio las y los legisladores presuntamente vendidos se pusieron el saco… EL Grupo Bimbo es una empresa multinacional mexicana con presencia en 33 países de América, Europa, Asia y África. Tiene un volumen de ventas anuales de 15 mil millones de dólares. Sus dueños ciertamente humildes no son. Tampoco es pobre la trasnacional Walmart Store, la marca de venta al menudeo que es puntera en Estados Unidos, según un informe de Best Retail Brands. A éstas se refirió recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador en una de las “mañaneras”. Consideró que “les debería dar vergüenza”. Subsidiadas, comparaban la energía eléctrica más barata que los consumidores, amparadas por la reforma energética del Prian, amafiadas con los conservaduristas que por estos días chillan como marranos atorados en el chiquero por la enmienda lopozobradorista a la ley de la energía eléctrica que busca privilegiar a los pobres y acabar con los abusos de las mafias de ricos… EL centro comercial ALM cerrará una hora más tarde en Semana Santa. Esto para bien de los consumidores y la economía de los locatarios afectados por la pandemia. Pero la nota es que el director del centro de abasto más grande de Morelos, Héctor Suarez Díaz, anunció una campaña para acabar con las ratas, de cuatro patas, por supuesto. Solicitada por los mercaderes. ¿Hace cuánto tiempo que no se lleva a cabo una acción de desrratización en el ALM? Décadas, varias administraciones municipales, tanto tiempo que las nuevas generaciones ignoran que hasta 1997 el protocolo envenenaba a las ratas de cuando en cuando. Eran tantas, que llenaban varios camiones de volteo con cientos de miles de cadáveres de roedores llevados a algún lugar secreto para enterrarlos o quemarlos. Necesario, pero ¡qué asco!.. EN Cuernavaca, históricamente la tala de árboles ha sido una actividad criminal, sustituidos millones de árboles por tabiques, concreto y acero que acabaron desquiciando el clima. Sin embargo, resignados los cuernavacenses a la depredación les pasan desapercibidas este tipo de notas: una: la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos de Cuernavaca informó que del 2019 a mediados del 2020 se registraron 250 denuncias por tala de árboles sin autorización. Y dos: el alcalde Antonio Villalobos Adán ordenó una campaña de reforestación que, planeada en una sola etapa, la pandemia del Covid-19 la dividió en tres para que se pudiera cumplir con las medidas sanitarias y evitar aglomeraciones. La meta fue plantar mil 200 ejemplares en otras y en las colonias Teopanzolco, Antonio Barona, Ajonjolinar y Lagunilla. Aunque insuficiente, es lo que por ahora se puede hacer. Los viejos recordamos que en la cada vez menos conocida mundialmente como ciudad de la eterna primavera, antes había muchísimos más árboles que ahora. Un ejemplo solamente para no atosigar al lector: los terrenos donde en el inicio de los setenta fueron construidas las casas de interés medio del fraccionamiento Jardines de Acapantzingo estaban repletos de árboles de guayaba que en aras del “progreso” fueron asesinados, desaparecieron, fueron borrados del panorama de esa parte de la cuidad. Vitales los árboles para la vida humana y animal, en México la vida “moderna” y los malos gobiernos han arrasado cientos de miles de hectáreas de bosques, selvas y matorrales. El dato produce escalofrío: en 2017 la península de Yucatán sumaba150 mil hectáreas deforestadas, casi el total de lo que mide la Ciudad de México... (Me leen después).
Por JOSÉ MANUEL PÉREZ DURÁN / jmperezduran@hotmail.com