En el saqueo que la anterior administración del Gobierno del Estado realizó en nuestro estado hubo, desde luego, muchos aliados que se beneficiaron con la ayuda del entonces ejecutivo estatal, los cuales sirvieron al poder de manera servil y sin recato.

Uno de los ejemplos que está dando de qué hablar en las investigaciones judiciales que se realizan en contra de los ex diputados locales es el Nuevo Grupo Sindical, que nació con Graco para hacer a un lado a la CTM, que ya se encontraba en condiciones de mucho desgaste y que fue utilizado como grupo de choque por la anterior administración.

El día de ayer corrió como pólvora la noticia de que el dirigente del Nuevo Grupo Sindical es investigado por el incumplimiento en la ejecución de obra pública, que recibió como pago por sus acciones para desestabilizar al Ayuntamiento de Cuernavaca, que estaba bajo la responsabilidad del ahora gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo.

Es por ello que la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción formulará las imputaciones ante un juez de control a la ex diputada perredista Hortencia Figueroa Peralta, así como a la ex secretaria de Administración del Congreso durante la LIII Legislatura, Martha Patricia Bandera Flores, por el desvío de 16 millones de pesos por falta de pago al Instituto de Crédito de los Trabajadores al Servicio del Estado de Morelos.

De todos es conocido que el Nuevo Grupo Sindical, sin tener presencia en el estado, de repente se consolidó con el apoyo del gobierno estatal en el principal representante (por no decirlo de otra manera) de los trabajadores durante los seis años del sexenio de Graco Ramírez, poder que mantuvo Bulmaro Hernández con su agrupación NGS como grupo de choque a favor del gobierno del pasado sexenio, por lo que fue favorecido con licitaciones directas en materia de construcción.

De forma descarada y sin importarles las leyes electorales, en los últimos dos procesos electorales, ante la mirada ausente de los miembros del Impepac -que únicamente se han dedicado a servir al poder- era evidente la cercanía de Bulmaro Hernández con Rodrigo Gayosso Cepeda, el hijastro del gobernador, y fue usada en diversos actos políticos ante la vista de todos para desestabilizar el mandato del ex presidente municipal de Cuernavaca y en su campaña al Gobierno del Estado de Morelos.

Trascendió en las últimas horas que también se está realizando una indagatoria sobre diversas obras públicas del sexenio del ex gobernador, que pudieron haber sido adjudicadas al Nuevo Grupo Sindical dirigido por Bulmaro Hernández Juárez.

Cuernavaca ha tenido grandes problemas con el comercio ambulante que creció al final del sexenio pasado de manera desmedida y, a pesar de que se hacía de manera cínica, ahora está saliendo a la luz que la responsabilidad de que tengamos una ciudad sucia, llena en el centro de Cuernavaca de vendedores ambulantes que nadie pude tocar, es gracias a los arreglos entre el NGS y el anterior Gobierno del Estado, que lo utilizaba para no dejar trabajar al Ayuntamiento de Cuernavaca y para evitar que Cuauhtémoc Blanco fuera candidato a gobernador. Por lo que queda claro que, entre otras cosas, el NGS utilizó el comercio informal en diversas ocasiones para desestabilizar algunas acciones llevadas por el ex edil, mientras que los taxistas protegidos por Hernández Juárez realizaron continuos bloqueos en las calles de Cuernavaca.

Podemos recordar las tomas del edificio de ex Hotel Papagayo, donde los taxistas protegidos por el NGS tomaban a cada rato el Ayuntamiento, cerraban la calle de Morelos en protestas por SAPAC y un sinnúmero de acciones que denotaban la fuerza del grupo con el apoyo del gobierno estatal.

Ahora está saliendo a la luz pública en las investigaciones que éstas no fueron protestas de los ciudadanos, sino manipulaciones políticas desde el poder.

La propia investigación, al parecer, señala que lo mismo ocurrió en la campaña electoral, donde se buscó presionar la candidatura de Blanco Bravo, acciones por las cuales el líder del NGS fue beneficiado por el ejecutivo en turno del pasado sexenio con el otorgamiento de obra pública, la que desde luego realizó mal y con una ínfima calidad en perjuicio de los morelenses.

Al parecer, hay muchas cosas más sobre este grupo de choque, y las investigaciones sobre él incluyen acusaciones contra ex secretarios, ex subtitulares y ex directores generales de las secretarías de Desarrollo Agropecuario, Obras Públicas y Desarrollo Sustentable, porque no sólo lo utilizaba el gobierno para atacar a sus enemigos, sino para poner a temblar a los que eran sus supuestos funcionarios de confianza, y de esa manera tener, a través del hijastro de Graco, el control total de los recursos de todas las secretarías, para beneficio de la “familia imperial”.

Ahora, en las investigaciones que realiza la fiscalía especializada en combate a la corrupción se ha indicado en días anteriores que ya son varias las carpetas judicializadas que afectan a funcionarios del sexenio anterior, lo que está muy bien. Lo que los ciudadanos pedimos es que se lleven a cabo las investigaciones y la justicia hasta sus últimas consecuencias. ¿No cree usted?

Vivencias ciudadanas
Teodoro Lavín León
lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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