Lo que parecía una simple inspección de rutina terminó en una tragedia, y es que uno de los operadores de una imprenta intentó verificar el rodillo cuando aún estaba en movimiento.
Fue un error mortal, el rodillo jaló la mano del hombre, el cuerpo y resultó un final aterrador.
A pesar que sólo rozó por un instante la maquinaria fue suficiente para que la gran velocidad atrapara su mano y lo arrastrara entre el espacio donde sólo debería caber el papel.
Uno de sus compañeros fue testigo de la tragedia. Los demás, quedaron impactados y al acudir al lugar ya nada pudieron hacer.