Un brote temprano y acelerado de gripe A (variante H3N2 K) está encendiendo las alarmas en Europa, donde varios países reportan un aumento de contagios pocas semanas antes de lo habitual y síntomas más intensos que en temporadas recientes. El repunte obligó a gobiernos y autoridades sanitarias a retomar medidas de prevención para contener su propagación.
La variante se ha expandido “a un ritmo inusualmente rápido” en Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Los casos comenzaron a detectarse entre tres y cuatro semanas antes de lo esperado, y la positividad semanal subió al 17.1%, frente al 11% de la semana previa.
En Escocia, autoridades recomiendan a la población quedarse en casa si presentan síntomas y mantener una higiene de manos constante. En el Reino Unido, Daniel Elkeles, director ejecutivo de NHS Providers, fue más contundente: pidió que las personas que presenten tos, estornudos o malestar vuelvan a usar mascarilla en espacios públicos y transporte, al considerar que esta cepa “aparece antes de tiempo y enferma con más fuerza”.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido respaldó la recomendación, recordando que las mascarillas siguen siendo útiles para limitar la transmisión de virus respiratorios.
Una variante con mutaciones clave
La subvariante H3N2 K presenta mutaciones que le permiten evadir parte de la inmunidad adquirida por infecciones previas o vacunación. Esto facilita su expansión, especialmente entre niños pequeños y adultos mayores, quienes presentan más riesgo. Fiebre alta, dolores musculares intensos, cansancio y tos seca son los síntomas más frecuentes.
Escuelas retoman medidas
Ante el avance de la variante, algunas instituciones educativas en Europa han decidido reanudar protocolos similares a los de la pandemia, con el fin de prevenir brotes dentro de las aulas.
