El sector restaurantero en Morelos reporta un comportamiento irregular durante mayo, con altibajos influenciados por factores como el clima, la percepción de seguridad y la contención en el gasto familiar. No obstante, prevé una recuperación moderada pero estratégica en los meses de julio y agosto, cuando inicia la temporada vacacional.
Karla García Olguín, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) delegación Morelos, explicó que mayo y junio suelen ser meses de transición. Durante este periodo, las familias ajustan sus presupuestos y disminuye el movimiento turístico, lo que repercute en los restaurantes ubicados en zonas de alta afluencia.
“Hemos observado un ticket promedio más conservador y una tendencia hacia experiencias más prácticas o compartidas. Si bien se mantienen las reservas para celebraciones puntuales, las visitas espontáneas han disminuido”, señaló García Olguín.
Del total de restaurantes afiliados consultados por Canirac, el 40 por ciento reportó estabilidad, el 20 por ciento registró un crecimiento puntual y otro 40 por ciento señaló una ligera baja en comparación con años anteriores.
Frente a este panorama, la expectativa es que julio y agosto representen un repunte, sobre todo si se refuerza la percepción de Morelos como un destino cercano, seguro y con una oferta gastronómica diversa.
Desde Canirac Morelos se impulsan estrategias para mantener la visibilidad del sector, entre ellas campañas de consumo local, menús de temporada, experiencias gastronómicas diferenciadas y conexiones entre afiliados, líderes empresariales y autoridades.
“Algunos restaurantes ya preparan menús especiales para el verano y alianzas con otras experiencias turísticas. También estamos trabajando con productores del campo y sectores turísticos para crear programas que impulsen la relocalización gastronómica”, añadió García Olguín.