Entre osos de peluche, dibujos automáticos y paisajes que parecen soñados, la artista visual Grecia Flores Juárez, conocida como “Siempre Perdida”, presentó en la galería de Ukiyo Café su primera exposición individual titulada “Los cielos están abiertos”.
La muestra reúne un año de trabajo creativo en el que confluyen bosque, cielo, nostalgia y un protagonista inesperado: los perros. Para la artista, estos animales son más que compañía; representan la capacidad de estar presentes, de jugar y de enseñar a mirar la vida desde la pureza. “Me gusta hablar de los perros porque nos muestran la importancia del juego y de la contemplación. Al final, son amor puro”, compartió.
El recorrido comienza desde la entrada, donde una cortina de pequeños osos de peluche anuncia que el visitante está por atravesar hacia un universo lúdico. Adentro, dibujos y pinturas ejecutados con técnicas como acrílico sobre madera, crayolas, plumones, acuarela y experimentación digital conforman un mundo en el que lo introspectivo se entrelaza con lo onírico.
Algunas de las piezas surgieron a partir del dibujo automático, un proceso en el que la artista permite que las formas aparezcan sin un plan previo. “Empiezan a salir paisajes que creo conocer, pero no sé dónde existen. Son como mapas del inconsciente, revelaciones de lo que está dentro”, explicó.
La instalación central es quizá la más emotiva: un perrito en reposo, plácidamente tendido en medio de la sala. Con ella, Siempre Perdida invita a reflexionar sobre la enseñanza que ofrecen estos animales: amar sin reservas, aunque también aprender a poner límites.
El título de la exposición retoma una idea de Milan Kundera: los perros como lo más cercano al paraíso. Para la artista, abrir los cielos significa abrir la posibilidad de alcanzar aquello que se sueña, aunque sea apenas en la contemplación.
Además, el espacio ofrecerá talleres, charlas y visitas guiadas como parte de esta experiencia que desdibuja fronteras entre juego, memoria y arte.