NO TARDÓ mucho ni debió viajar tanto el tema del promovido juicio a los más reciente expresidentes de la República. De hecho, ya anda por las calles la campaña para reunir el visto bueno del “pueblo bueno”.
¿Qué tanto es distractor sobre los temas de mayor apremio para el mismo “pueblo bueno”? Eso ya se sabrá, probablemente concluido el proceso electoral del 2021, no sin antes dar dividendos electoreros.
Apenas se puede creer que alguien no quiera desahogar su frustración, coraje o por si las moscas a través de un juicio popular contra la forma más socorrida para culpar de todo que es un expresidente de la nación.
DESDE GUSTAVO Díaz Ordaz a Enrique Peña Nieto, no se conoce que algún presidente no haya sido defenestrado por amplios sectores de la sociedad, claro, no tanto en su momento como cuando dejaron el poder.
Por supuesto que si de Peña Nieto para atrás, todos, tienen algunas cuentas por pagar, deberías cobrárselas, pero no vía juicios populares sino proceso judiciales propios del modelo de justicia que presumimos tener.
La campaña de promoción de juicio a los ex presidentes, está bien claro, obedece a otros intereses más bien emparentados con lo político y de paso servir en lo electoral, que distraen la compleja realidad actual.
EN EL plano nacional como en el estatal, no debería pasarse por alto ni una sola anomalía en el ejercicio de gobierno de mandatario alguno, con elementos contundentes, no con un circo de acusaciones al aire.
Más aún, por qué ha de esperarse a que el gobernante esté fuera del cargo para entonces sí empezar a hacer ruido, curiosamente con más énfasis en la etapa preelectoral o para justificar la falta de resultados.
La persecución del delito y la administración de la justicia llegan tarde a la carrera contra los sinvergüenzas, al ritmo de las auditorías de los congresos, las contralorías de los gobiernos y las fiscalías anticorrupción.
POR CIERTO, una pregunta simple evidencia qué cubre tomaduras de pelo como el juicio a los ex mandatarios: ¿Qué ejercicios fiscales están viendo en estos días las auditorías? O sea, sentados, esperemos resultados.
Por: E. zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1
