Con la finalización de la serie "Chespirito: Sin querer queriendo", varios momentos memorables del elenco han vuelto a salir a la luz y a viralizarse en las redes sociales. Por ello, varias entrevistas de Esteban Valdés, hijo del entrañable actor Ramón Valdés, en donde comparte detalles íntimos sobre la vida de su padre, han dado mucho de qué hablar.

“Mi papá vivía tal como 'Don Ramón'; por ejemplo, su personaje debía catorce meses de renta, en la vida real, antes de que mi papá ganara dinero, no tenía para pagar la renta, tenía una vida muy apretada y a veces no había qué comer. Pero en cada situación difícil o triste, mi papá, todo lo resolvía de una manera divertida, creativa y amorosa”, contó Esteban.
Ramón Valdés inició su carrera gracias a su hermano, el legendario Germán Valdés "Tin Tan". Su debut fue en 1949 en la película Calabacitas tiernas, y a lo largo de su carrera participó en más de cien filmes. Fue durante una de esas producciones donde conoció a Roberto Gómez Bolaños, quien más adelante lo invitaría a formar parte del elenco de El Chavo del 8, catapultándolo a la fama.
Esteban recuerda con humor y sinceridad: “Pasamos de no tener nada a empezar a tener. Luego empezó a ganar más dinero y pasamos de tortillas de harina a caviar y champán; sin embargo, mi papá siempre se mantuvo con los pies en la tierra”.
En esa misma entrevista, realizada en el año 2024, el escritor también presentó su libro "Con permisito dijo Monchito", donde recopila anécdotas familiares y revela el lado humano de uno de los personajes más queridos de la televisión mexicana. Durante la conversación, recordó que Perú tuvo un lugar muy especial en la vida del actor, ya que fue el último país donde realizó funciones de circo y comerciales antes de que su salud se deteriorara.
“Es un honor, una gran responsabilidad. Es divertido y emocionante descubrir la poderosa influencia de 'Don Ramón' hasta la fecha. Aún trato de asimilar los abrazos de la gente y los regalos de niños y adultos, es increíble y maravilloso” afirmó.
Esta mirada íntima al hombre detrás del personaje confirma que el espíritu noble, ingenioso y entrañable de Don Ramón no era sólo una creación de la televisión, sino el reflejo fiel de un ser humano que vivió con autenticidad y amor.
