Luego de que la Fiscalía General del Estado presentó pruebas por el presunto delito de homicidio premeditado de quien fuera jugador de los Dorados de Sinaloa: Mirsha Francisco N.; el juez a cargo, Guadalupe Chávez Reyes, dictó prisión preventiva del imputado, luego de que se narrara como sucedieron los hechos el últimos minutos de vida del occiso. 

 

Tras una serie de informes, dictámenes pericial  y entrevistas con testigos presenciales de los hechos, la Fiscalía pidió la vinculación a proceso del acusado.

 

La defensa del imputado planteó a la parte acusatoria y al juez la ampliación de 144 horas para el desahogo de pruebas y presentación de testigos en una próxima audiencia adjudicada por la máxima autoridad judicial para el lunes 29 de julio a las 16:30 horas.

 

En la audiencia inicial, llevada acabo ayer, en contra del presunto asesino, de nombre Luis Adrián N., de 23 años de edad, fue presentado esposado ante el juez y personal de la  FGE, vistiendo camisa de color gris, pantalón de mezclilla azul y huaraches.

 

Hechos.

De acuerdo con la formulación de imputación y vinculación solicitada por agentes de la Fiscalía General del Estado, se presento una cronología del crimen perpetrado contra la joven promesa del balompié sinaloense.

 

En primer orden, mencionaron a Érick, amigo del fallecido, quien pidió a Mirsha que lo acompañará para buscar a Mario N., un excompañero de la secundaria, con quien había tenido una disputa y deseaba limar asperezas.

 

Al llegar a un establecimiento de cerveza localizado en Terranova, donde se la pasaba Mario, este no fue encontrado, solo estaba el encargado del negocio, conocido como Santana, quien informó a Érick y Mirsha que había despedido a Mario.

 

Acto seguido, los dos amigos siguieron su camino hacia el domicilio, al momento que fue alcanzado por el papá de Mario, quien textualmente les informó que no quería que “levantaran polvo en su casa”, por ello llevaría a su hijo al expendio de cerveza.

 

Érick respondió que no buscaban pleito, que solo deseaba corregir las cosas. 

 

A su arribo de nuevo al negocio, ya estaban esperando a los jóvenes: Mario y su padre, Kike, Santana y Luis Adrián, alias el Chapo, quien conversaba con todos ellos.

 

Derivado de la versión presentada por la Fiscalía, Mario se fue a los golpes contra Érick, al tiempo que se unieron los demás del lugar, por lo que Mirsha se metió para defender a su amigo Érick, quien era superado en número.

 

Versión del crimen.

Érick, al observar que el Chapo sacó una navaja, le gritó a Mirsha “¡Córrele!”, atestiguó uno de los informes periciales del suceso. Por ello, ambos jóvenes emprendieron la huida en diferentes direcciones.

 

A Érick lo alcanzaron para seguir dándole más golpes; y Mirsha fue seguido durante aproximadamente 13 cuadras por el Chapo, que los terminó embistiendo con su motocicleta, para después causarle heridas punzantes con su navaja.

 

Pese a que el joven fue llevado a la clínica del IMSS de Terranova, este llegó sin vida a recibir atención médica.

 

El padre de la víctima, también de nombre Mirsha N., exigió justicia para su hijo,  a quien describió como un joven de valores y alegre; y que su  sueño era salir adelante como futbolista profesional para poder comprar un hogar para su madre y arreglar los campos de futbol de su colonia.

 

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