Las fiestas "Pinta un poni", en la que los niños son animados a aplicar pintura sobre caballos miniatura, son el más reciente blanco de los defensores por los derechos de los animales.

Sophie Tomilson, de Manchester, Reino Unido, lanzó una petición el 6 de agosto pasado pidiendo que se terminen ese tipo de "perturbantes" fiestas y en solo cuatro días ha acumulado más de 18 mil firmas.

La activista dijo que decidió actuar después de que un amigo compartió en su cuenta de Facebook una serie de fotografías sobre cómo son esas fiestas "Pinta un poni".

La publicación decía: "En estas fiestas se enseña a cosificar a un ser vivo. Nos enseña que, si los seres humanos están hechos para hacernos felices, podemos denigrar a seres vivos no humanos. Es desagradable, irrespetuoso e injusto".

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La publicación ha sido compartida cientos de veces y tiene más de mil comentarios, la mayoría rechazando ese tipo de fiestas infantiles.

El grupo defensor de animales PETA Reino Unido dijo que los padres y madres deben recordar que los ponis y los caballos "no son materiales de fiesta" y que, al pagar por esas fiestas, son parte de una terrible tendencia que está surgiendo por todo Reino Unido.

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Pero Michelle Inch, CEO de Equidivine, una compañía que vende productos para acicalar caballos y que se presenta como la inventora de las pinturas no tóxicas para estas fiestas, dijo: "Están hechas de sal y maíz, no hay ningún ingrediente que no esté en la comida para caballos".

"En todos los años que llevo en este negocio nunca he tenido la reacción alérgica de un caballo".

Mientras tanto, los críticos aseguran que estás fiestas producen estrés en los caballos y motiva a los niños a tratar a los animales como juguetes.

Lorraine Fell, usuaria de Facebook, escribió en la publicación: "¿Por qué harías algo así? Yo jamás hubiera dejado que mi hija hiciera eso cuando era pequeña. Con razón hay tanta crueldad. Esto enseña a los niños que se le puede hacer todo a los animales, sin importar si es frívolo o cruel".

Pero Helen Preece está en desacuerdo. La dueña de My Happy Equine, una compañía que ofrece pinturas para este tipo de fiestas, dice. "Encuentro muy triste que la gente use toda su energía en esta petición, cuando hay muchos casos de crueldad animal que necesitan discutirse".

Y añadió: "Estos productos son 100 por ciento no tóxicos y son veganos".

Lucy-Anne Petto, quien trabaja en un centro de equinoterapia, y que ha colaborado con compañías como My Happy Equina para ofrecer terapias a personas con discapacidad, asegura que los caballos con los que trabaja son libres de unirse a los grupos de personas o quedarse en el establo, pero "el 99 por ciento de las veces prefieren salir a jugar".

Michelle Inch, la CEO de Equidivine, asegura que ha sido "acosada" por años por activistas a favor de los derechos de los animales.

"La policía pinta a sus caballos, los campesinos pintan a sus ovejas, ¿deberíamos de dejar de hacerlo todos?", preguntó Michelle Inch.

El doctor Mark Kennedy, especialista en caballos, dijo: "Tenemos ciertas preocupaciones sobre los eventos en los cuales caballos y ponis son usados como entretenimiento.

"Entendemos que los niños aman estar cerca de los animales, pero yo exhorto a que esos encuentros se enfoquen en mostrar compasión hacia los animales y darles educación acerca de cómo actuar cuando están cerca de un caballo".

El experto aseguró que, si de todos modos alguien decide ir, o llevar a sus hijos, a una fiesta "Pinta un poni", debe asegurarse que el animal tenga tantos recesos como sean posibles, en los que pueda descansar sin ser molestado y estar alerta a las señales de que el caballo está sufriendo estrés.

"La gente siempre debe estar segura que no se están usando productos tóxicos sobre el pelaje".

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