Cuernavaca, Mor.– A casi tres décadas de su misteriosa desaparición, el nombre de Jacobo Grinberg sigue generando debate, fascinación y teorías que oscilan entre la ciencia, el misticismo y lo paranormal. Psicólogo, neurofisiólogo y autor de más de 50 libros, Grinberg se convirtió en una figura única en México al combinar el estudio de la mente con prácticas chamánicas y fenómenos extrasensoriales. Su desaparición en 1994 continúa sin explicación oficial, alimentando un aura de leyenda a su alrededor.
Sin embargo, entre las muchas historias que rodean su figura, una ha cobrado fuerza recientemente en redes sociales y foros digitales: un supuesto experimento secreto con niños de primaria realizado en una escuela de Cuernavaca, Morelos, durante los años 80.
¿Un experimento con visión extraocular en Cuernavaca?
De acuerdo con blogs especializados en la vida y obra del científico, durante un año sabático, Jacobo Grinberg habría solicitado permiso a una primaria de Cuernavaca para trabajar con un grupo de niños en pruebas de telepatía y visión extraocular. El ejercicio consistía en pedirles que, con los ojos vendados, visualizaran una luz entre sus cejas y alinearan sus manos con fotografías. Según testimonios no verificados, algunos pequeños lograron describir imágenes y pensamientos, e incluso mover objetos a distancia.
El experimento, según estas versiones, fue cancelado abruptamente por la presión de padres y autoridades, quienes veían con temor estas prácticas por considerarlas cercanas a la brujería o lo paranormal. Sin embargo, no existen pruebas oficiales ni publicaciones académicas que respalden la existencia de este ensayo en Cuernavaca. La UNAM y otras instituciones que respaldaron parte de su carrera nunca han confirmado estos experimentos escolares.
Teoría Sintérgica y exploración de la mente
Grinberg fue fundador del Instituto Nacional para el Estudio de la Consciencia (INPEC) y dedicó su carrera a demostrar que la realidad es una construcción de la mente, formulando su “Teoría Sintérgica”, que proponía que la percepción surge de la interacción entre campos neuronales y una estructura energética del espacio. Investigó fenómenos como la telepatía mediante electroencefalogramas y cámaras de Faraday, y documentó prácticas con chamanes como la curandera Pachita.
Su obra fue apoyada por la UNAM y el Conacyt, aunque fue criticado por sectores académicos que consideraban que sus postulados cruzaban la línea hacia la pseudociencia. Aun así, grandes centros de investigación internacional mostraron interés por sus estudios.
La desaparición y las teorías
El 8 de diciembre de 1994, Jacobo Grinberg desapareció sin dejar rastro. Días antes, había confesado a su familia sentirse temeroso dentro de su matrimonio y dormía en su auto. Su esposa, Teresa Mendoza, fue la última persona que lo vio con vida y quien reportó su desaparición cuatro días después. Años después, ella también desapareció misteriosamente, luego de retirar fondos de cuentas bancarias.
Documentales como El secreto del Dr. Grinberg, producido por Netflix, han revivido el caso. Entrevistas con su madrastra, su medio hermano (el actor Ari Telch) y el primer investigador del caso, Clemente Padilla, han alimentado teorías que van desde su secuestro por agencias extranjeras hasta una supuesta "trascendencia cuántica".
Caso cerrado sin respuestas
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México mantiene el expediente de Grinberg como “persona no localizada”. No se hallaron indicios de violencia, secuestro ni vínculos con el crimen organizado. Oficialmente, el caso fue cerrado por falta de pruebas concluyentes.
Pese a esto, su figura ha resurgido con fuerza en el imaginario colectivo. Para muchos, es un genio incomprendido que se atrevió a explorar los límites de la conciencia; para otros, un científico que cruzó la frontera hacia lo oculto. Su desaparición, sumada a los rumores como el experimento en Cuernavaca, ha convertido a Jacobo Grinberg en una leyenda moderna de la ciencia mexicana.
