Tras la indignación generada por el maltrato de un burro durante la cabalgata del Sábado de Gloria en la Feria de Primavera de Jerez, autoridades municipales actuaron para rescatar al animal, que colapsó por el exceso de carga mientras tiraba una carreta con varios hombres a bordo.
El rescate fue encabezado por elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, quienes retiraron al burrito de sus agresores y lo trasladaron al Centro de Rehabilitación Infantil y Juvenil de Jerez (CRIJJ), donde ahora permanece bajo resguardo en la zona dedicada a equinoterapia.
De acuerdo con el comunicado oficial, el animal recibió atención veterinaria, fue alimentado, aseado y se encuentra actualmente en buenas condiciones de salud. Personal capacitado del CRIJJ será el encargado de continuar con su cuidado y recuperación.
El presidente municipal Rodrigo Ureño Bañuelos supervisó personalmente el traslado y condenó enérgicamente los hechos:
“La crueldad animal no ha sido, no es y nunca será parte de nuestras tradiciones”, expresó, añadiendo que ya se presentó una denuncia formal ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas para que los responsables enfrenten consecuencias legales.
La escena del maltrato, que se viralizó rápidamente en redes sociales, provocó una ola de indignación nacional. Uno de los principales impulsores del rescate fue el ambientalista Arturo Islas Allende, quien visibilizó el caso a través de sus plataformas y exigió acciones inmediatas. Tras el rescate, celebró el resultado:
“Hoy este animal tiene una nueva oportunidad y es el ejemplo de que en México sí se puede poner fin a la explotación disfrazada de tradición”, declaró.
Asimismo, la asociación Serch Rescata, que compartió las primeras imágenes del burrito colapsado, dio a conocer que dará seguimiento al proceso legal e insistirá en que se impongan sanciones. Su objetivo es que este caso marque un precedente para evitar que más animales sean utilizados y maltratados en nombre de las festividades.
El rescate del burrito no solo representa una victoria para los defensores de los derechos animales, sino también una oportunidad para replantear el uso de animales en eventos públicos y tradiciones populares, buscando siempre la empatía, el respeto y el bienestar de todas las especies.