El uso de inteligencia artificial para el diagnóstico de enfermedades es cada vez más habitual. Sobre todo, se suelen usar algoritmos capaces de rastrear imágenes de rayos X o resonancias en busca de anomalías indicadoras de algún transtorno. El cáncer de mama ha sido uno de lo más estudiados de este tipo. Pero ahora la inteligencia artificial se ha mejorado hasta el punto de poder predecir su aparición incluso cuatro años antes.
Al menos, eso es lo que ha explicado el doctor Larry Norton, director médico en el Lauder Breast Center del Memorial Sloan Kettering Cancer Center. Según relata, gracias a un algoritmo de inteligencia artificial desarrollado pro el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), se pueden detectar manchas que en un futuro podrían convertirse en cáncer de mama.
Esto no significa que la inteligencia artificial vaya a sustituir a los radiólogos. Ni siquiera que ésta pueda asegurar al 100% que esas manchas se vayan a transformar en cáncer de mama. No obstante, sí puede ser una herramienta muy útil para que los radiólogos decidan qué medidas preventivas pueden tomar las pacientes con el suficiente tiempo de antelación.
Inteligencia artificial para anticiparse al cáncer de mama
Como con cualquier otro algoritmo de inteligencia artificial, éste ha sido alimentado con imágenes de mastografías de pacientes sanas que, o bien desarrollaron un cáncer de mama, o bien nunca llegaron a tenerlo. De este modo, la máquina es capaz de captar factores en común en todas las que enfermaron y detectar manchas que, con el tiempo, pueden convertirse en cáncer.
Según dijo el doctor Norton, se puede anticipar hasta cuatro años. Pero esto no elimina el papel del médico radiólogo. Será este quien deba analizar después la mastografías y emitir un diagnóstico. Si finalmente se confirma la posibilidad de cáncer, la paciente puede tomar decisiones con base a su riesgo.
Si además tiene mutados genes de alto riesgo, se puede tomar la opción de realizar una mastectomía. No obstante, puede bastar con llevar a cabo regularmente pruebas como resonancias magnéticas, para efectuar un seguimiento del posible tumor.
En la entrevista, el director médico explica que, de este modo, se pueden evitar otras pruebas más invasivas, como las biopsias, que hechas con regularidad, pueden ser muy molestas.
La IA no le quitará el trabajo a los radiólogos
Se sabe que los radiólogos que analizan mastografías suelen fallar uno de cada ocho diagnósticos de cáncer de mama. No es algo raro, pues no dejan de ser humanos, y a veces es muy difícil discernir el tumor en las imágenes.
Por eso, la inteligencia artificial se concibe simplemente como una herramienta más. Aun así, estos algoritmos también pueden dar falsos positivos, por lo que la última palabra será siempre del radiólogo. Así, se mejorará el diagnóstico, con el consiguiente beneficio para las pacientes, que podrán tomar medidas antes. No se trata de robar el trabajo ni de sustituir a nadie, sino de sumar herramientas a la lista de las que ya disponen estos profesionales. Cualquier ayuda será siempre bienvenida.