A finales del siglo XV, Cristóbal Colón, mediante Las Capitulaciones de Santa Fe del 17 de abril de 1492 -un convenio anterior a emprender su viaje- fue como recibió el título de Almirante la Mar Océano. Después del descubrimiento y en apego a esas Capitulaciones, los Reyes Católicos le dieron nombramientos y autoridad en las tierras que descubrió, mas no en propiedad, fue gobernador general, y virrey con carácter hereditario. Colón también recibía el diezmo -el diez por ciento- del producto neto de la mercadería comprada, ganada, hallada o trocada dentro de los límites del Almirantazgo, quedando un quinto -el veinte por ciento- para la corona.
Ya en el siglo XVI, Diego Colón -su hermanofue el II gobernador de las Indias, y continuó con esos derechos. Diego Colón y Moniz Perestrello hijo y sucesor del descubridor, fue el II almirante de la Mar Océano, II virrey de las indias, y III gobernador en las islas del Mar Caribe.
Uno de los dos únicos señoríos en toda América Continental, se dio en Nueva España, fue el “Marquesado del Valle” otorgado por el rey Carlos a Hernán Cortés el 20 de julio de 1529, y el único que perduró por siglos, incluyó grandes posesiones de tierras que le fueron otorgadas por sus servicios a la corona. Este marquesado no era una unidad territorial, fueron nueve parcialidades separadas ubicadas en el centro del país y de costa a costa, que el conquistador eligió y reorganizó en siete alcaldías mayores, la principal y de mayor extensión era la Alcaldía de Cuernavaca -que abarcaba prácticamente todo el Valle del hoy Estado de Morelos. Esto, se le dio a Cortés en compensación, cuando el rey lo retiró como Capitan General y autoridad máxima de Nueva España y envió a la Real Audiencia a gobernar y poco después al primer virrey. La sede del señorío fue esta ciudad, para desde aquí gobernar sus territorios con autoridad total, civil y criminal. Ya convertido en mercader al estilo veneciano, también desde Cuernavaca -y no Oaxaca- administraba sus empresas agrícolas y ganaderas.
Francisco Pizarro González descubridor y conquistador del Perú con el apoyo de su primo Cortés, fue nombrado también con su apoyo, gobernador de la Nueva Castilla y marqués, realmente “un marqués sin marquesado”, sus descendientes tuvieron el título de marqueses de Atavillos.
Solo hubo otro señorío con posesiones territoriales, sin embargo, fue efímero y sin consolidarse, situado en la hora Panamá, era el “Ducado de Veragua” fue un título y señorío territorial hereditario, creado el 19 de enero de 1537 en una pequeña sección de la antigua Gobernación de Veragua en Centroamérica. El primer titular del Ducado fue Luis Colon de Toledo -hijo de Diego Colon y de doña María Álvarez de Toledonieto del descubridor. Este ducado le fue dado, junto con los títulos de Marqués de La Jamaica, Almirante y Adelantado Mayor de las Indias, y fue a cambio de renunciar al título hereditario de virrey otorgado a su abuelo, y de la renta del 10% de las ganancias de los territorios descubiertos.
El Ducado de Veragua constaba de un cuadrado casi perfecto, de veinticinco leguas -cada legua era el camino andado en una hora- de cada lado, equivalente a 139.31 kilómetros cuadrados, al oeste de la desembocadura del rio Belén en el Mar Caribe, llegaba hasta el Océano Pacifico. Por esta circunstancia, el territorio de Castilla de Oro quedó dividido en dos secciones sin continuidad terrestre lo que se modificaría en 1540.
El primer Duque de Veragua envió varias expediciones para tratar de hacer efectiva su autoridad en el territorio, pero todas terminaron en desastre debido a la resistencia indígena y a las dificultades topográficas, climáticas y selváticas, nunca fue una propiedad con haciendas productoras. En una de esas expediciones pereció su hermano Francisco Colón a manos de los indígenas. Solo 19 años después, en 1556, el Duque decidió devolver el señorío del territorio a la Corona, esto, a cambio de una renta anual de 17.000 ducados -que se pagó a sus herederos hasta 1898- y de la conservación del título ducal, que aún conserva en España el heredero de los Colón, Cristóbal Colón de Carvajal y Gorosabel.
En 1560 Felipe II de España, erigió el territorio del Ducado en la Provincia de Veraguas, bajo jurisdicción de la Audiencia de Panamá, con lo que termina la breve historia de ese señorío.
Cien años después, solo a partir del siglo XVII se otorgaron más títulos nobiliarios, pero sin señoríos. Durante los trescientos años de la historia virreinal en Nueva España, los reyes concedieron poco más de cien de títulos nobiliarios a personas destacadas con alguna renta anual, pero, sin posesiones territoriales, eran condes sin condado, marqueses sin marquesado y duques sin ducado, el título era solo un reconocimiento a las conquistas, campañas militares, hasta el desempeño de empresas y responsabilidades que aportaban bienes y servicios a la corona.
Incluso al descendiente del Emperador Moctezuma, se le reconoció como tal hasta el 24 de febrero de 1627, fecha en que se le dio el título de Vizconde de Ilucan a Pedro Tesifón de Moctezuma y de la Cueva, y el 13 de diciembre de ese mismo año se ascendió a Condado de Moctezuma, ya en la época independiente, el 11 de octubre de 1865, se elevó en España a Ducado de Moctezuma -donde radican sus descendientesrefrendado el 14 de enero de 1992.
A partir del pasado siglo XX, la mayoría de los nobles que habían heredado títulos de duques, marqueses y condes que no habían consolidado negocios y propiedades, y una vez retiradas sus rentas anuales, cayó en desgracia y hasta en pobreza.
¡Hasta la próxima!
