Lo que debía ser una noche de entretenimiento en Knokx Pro Wrestling terminó en caos cuando Raja Jackson, hijo del excampeón de UFC Quinton Rampage Jackson, agredió brutalmente al luchador Stuart Smith (Syko Stu) en pleno espectáculo.

El incidente se desató tras un intercambio que parecía parte del guion: Smith golpeó a Raja con una lata de cerveza que estalló en su cabeza. El gesto encendió la ira del joven, que respondió con una serie de golpes fuera de control mientras su rival yacía inconsciente sobre la lona. El público, incrédulo, pasó del entusiasmo al miedo mientras la violencia se prolongaba hasta que otros luchadores intervinieron.

Smith fue atendido de emergencia y trasladado al hospital en estado grave; más tarde se confirmó que ya se encuentra despierto y estable.

La polémica creció al revelarse que Raja no es luchador profesional, sino peleador de artes marciales mixtas invitado a la función. Su reacción, lejos de la actuación, desató críticas y obligó a su padre a pronunciarse.

“No apruebo en absoluto las acciones de mi hijo. Estoy profundamente preocupado por su salud y por la del Sr. Smith”, declaró Quinton Jackson, quien explicó que Raja había sufrido recientemente una conmoción cerebral y no debía haberse presentado.

El excampeón ofreció disculpas públicas en nombre de su hijo y de la promotora KICK:

“Lo sucedido me afecta mucho. Solo espero la pronta recuperación del Sr. Smith y que nunca más tengamos que vivir algo así”.

El episodio dejó al descubierto los riesgos de borrar la frontera entre espectáculo y violencia real en el ring, recordando que, aunque la lucha libre se construye sobre la ficción, la vida de los protagonistas siempre está en juego.

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