Alireza Fazeli, un joven de 20 años, torturado y decapitado por sus propios familiares, quienes consideraban su orientación sexual como motivo de “deshonra”, ya que "Ali" era homosexual.
Fueron su medio hermano y sus primos quienes perpetraron el crimen de odio, quienes lo llevaron al desierto para asesinarlo tras conocer sus preferencias al leer su expediente militar, luego de haber sido rechazado del Ejército iraní por las mismas razones.
Medios locales señalaron que, de hecho, tras la negativa de acceder a la milicia y por el panorama de homofobia que vivía día a día, Alireza estaba preparándose para huir de sus país e irse a vivir a Turquía, donde esperaba empezar su vida de cero.
El cuerpo del joven fue arrojado debajo de un árbol a las afueras de la ciudad de Ahwaz, Irán, y ha conmocionado a la opinión pública a nivel internacional, por ser una muestra de que los crímenes de odio a causa de la homofobia son un problema social que no cesa pese al paso del tiempo y la aparente apertura de la sociedad.
Y es que en Irán, las preferencias homosexuales son castigadas con prisión o castigos corporales, pues es habitual que se haga propaganda contra la comunidad gay.
Al respecto, el medio 6rang condenó lo ocurrido: “El asesinato de Alireza como resultado de su orientación sexual revelada en su tarjeta de servicio militar, ha demostrado una vez más nuestra advertencia hace varios años sobre los riesgos causados por el proceso de exención del servicio militar para los hombres gay iraníes y subraya la necesidad de legislación para prevenir estos riesgos de seguridad”.