Cuernavaca, Morelos.- Aunque tradicionalmente cuando termina un año se hace el recuento de lo vivido, y se palomea o tacha lo alcanzado y lo que no se logra, “en cualquier momento debemos tener claras nuestras metas, incluso podemos replantearlas”, afirma la académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, Guadalupe Medina Hernández.
El único requisito para establecer propósitos es que siempre estén fincados sobre la realidad, porque construir “castillos en el aire”, es decir, crearse ilusiones, puede causar daño; las caídas son “duras y depresivas”.
La experta explica que es distinto “tener la esperanza de que mi vida cambie si consigo un trabajo más acorde a lo que me gusta o si me reconcilio con mi familia, todo ello fincado sobre una realidad, a tener la ilusión de que los virus van a desaparecer –porque han estado siempre–, o que ya no me voy a enfermar, porque mientras estamos vivos existirá la posibilidad de tener achaques o adquirir un padecimiento”.
Destaca que aún la gente con duelos no resueltos puede lograrlo. “A lo largo de la vida enfrentamos pérdidas; nos puede costar trabajo separarnos de alguien o de algo, pero salimos adelante cuando lo ‘soltamos’. Esa es la virtud del ser humano, adaptarse, hasta aceptar las pérdidas”.
Agregó que cuando se acepta “que podemos continuar, también podemos agradecer lo que vivimos con ese ser querido que ya no está. Pero si no aceptamos la situación o tampoco nos queremos recuperar, y no salimos de la casa, o no vamos a la escuela, cuando nos resistimos a vivir, se puede tratar de un duelo patológico y es mejor buscar ayuda de un especialista”.
Para el nuevo año
Así que como propósitos de salud mental para el año que está por iniciar, puntualiza Guadalupe Medina, “podemos proponernos cambio de actitud porque “si bien es cierto que las cosas no siempre salen como uno quisiera y no podemos cambiar el mundo, sí podemos reaccionar de manera diferente, con una actitud positiva”; es decir: ¿queremos ver siempre lo que nos falta? O porqué no mejor cultivar una mirada positiva y de satisfacción, que nos permita valorar lo que sí tenemos”.
Por: Redacción ddm
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