La inseguridad en Michoacán alcanza nuevos niveles con la desaparición de José Israel Vargas Jerónimo, destacado activista y defensor de los derechos de los pueblos indígenas de la región. El martes pasado, Vargas Jerónimo y Óscar Vargas fueron secuestrados por un grupo criminal mientras se dirigían hacia Santa Cruz Tanaco, municipio de Cherán.
El abogado, de 36 años, ha liderado la lucha por los derechos de las comunidades purépechas, abogando por la entrega directa de presupuestos gubernamentales a estas comunidades. La desaparición ocurrió durante la madrugada, cuando un grupo armado detuvo el paso del vehículo en el que viajaban Vargas Jerónimo y Vargas Campos, de 23 años, originarios de la comunidad de Ocumicho en el municipio de Charapan.
Familiares de Vargas Jerónimo alertaron a las autoridades, informando que ambos se dirigían de Ocumicho a Santa Cruz Tanaco cuando fueron interceptados por aproximadamente 10 hombres armados en una suburban. Hasta ahora, se desconoce su paradero, y las autoridades locales, incluida la Policía Municipal, han emprendido esfuerzos para localizar a los desaparecidos.
La zona donde ocurrió la desaparición está marcada por la presencia de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según datos oficiales. Sin embargo, aún se espera la confirmación de las autoridades sobre la posible vinculación de este grupo criminal en particular.
La desaparición de Vargas Jerónimo ha generado temores entre los habitantes locales y la comunidad indígena. Comuneros han expresado su preocupación y han advertido que tomarán medidas drásticas, incluyendo la toma de carreteras, si no se obtienen respuestas y la pronta aparición del activista y su acompañante.
Este caso resalta la creciente amenaza a los defensores de derechos humanos en la región y la necesidad urgente de abordar la seguridad en Michoacán. Las autoridades y la sociedad civil esperan información sobre el paradero de José Israel Vargas Jerónimo y Óscar Vargas, mientras el temor a la violencia y la impunidad persiste en la región.