En los márgenes entre la ciencia, la fe y la conspiración, existe una historia fascinante que ha capturado la imaginación de curiosos y teóricos durante décadas: la existencia del cronovisor, un supuesto aparato capaz de ver eventos del pasado. Según quienes han investigado y divulgado este caso, el dispositivo habría sido creado en secreto por científicos ligados al Vaticano, y habría sido utilizado para observar momentos clave de la historia humana, incluyendo la crucifixión de Jesucristo.

¿Qué es el cronovisor?

El término “cronovisor” proviene del griego “chronos” (tiempo) y “visor” (ver). La historia sobre este misterioso artefacto fue popularizada por el sacerdote benedictino italiano Padre Pellegrino Ernetti, quien afirmó en la década de 1960 haber participado en la creación de un dispositivo capaz de visualizar imágenes del pasado.

El cronovisor era una especie de pantalla conectada a una serie de antenas y componentes que captaban las ondas electromagnéticas y sonoras que, según él, quedaban registradas en el espacio, flotando eternamente desde que ocurrieron. El aparato habría sido capaz de reconstruir esas señales, proyectando escenas históricas.

¿Quién lo habría construido?

Afirmaban que el dispositivo fue desarrollado con la ayuda de varios científicos, entre ellos el célebre físico Enrico Fermi y el ingeniero Wernher von Braun, conocido por su trabajo en cohetería para Estados Unidos y la Alemania nazi. Sin embargo, no existen pruebas oficiales que respalden la participación de estos personajes en el proyecto.

El supuesto equipo trabajó en secreto con el apoyo del Vaticano, que, según Ernetti, decidió mantener el cronovisor oculto por temor a sus implicaciones éticas, filosóficas y teológicas.

 ¿Qué se habría visto con el cronovisor?

Se declaró que el cronovisor permitió observar múltiples eventos históricos, incluyendo:
    •    Una representación teatral de la obra perdida Thyestes de Quinto Ennio (poeta romano del siglo III a.C.).
    •    La vida de Napoleón Bonaparte.
    •    El discurso de Cicerón en Roma.
    •    Y lo más impactante: la crucifixión de Jesucristo.

Incluso llegó a publicarse una fotografía supuestamente capturada con el cronovisor mostrando a Cristo en la cruz. Años después, se descubrió que la imagen era idéntica a una escultura religiosa en una iglesia italiana, lo que debilitó la credibilidad de su afirmación.

¿Realidad, mito o manipulación?

La mayoría de los científicos y expertos considera el cronovisor una invención pseudocientífica o una leyenda moderna. No existe evidencia física del aparato, ni documentación técnica que respalde su existencia. Tampoco se han encontrado pruebas creíbles de que el Vaticano haya trabajado con Fermi o von Braun en un proyecto de esta naturaleza.

El silencio del Vaticano

El Vaticano jamás ha confirmado ni negado oficialmente la existencia del cronovisor, lo que ha alimentado aún más las teorías. En 2002, el periodista italiano Franco Moss publicó el libro “El Cronovisor: la máquina del tiempo del Vaticano”, reviviendo el debate.

En él, sostiene que el aparato sí existió y fue confiscado por el Vaticano por el temor a que fuera mal utilizado, ya que podría revelar secretos históricos o verdades incómodas para la Iglesia y los poderosos.

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