La Fábula


Un caballo que ya estaba muy mayor fue vendido por su amo a un molinero que lo empleó para que diera vueltas a la piedra de un viejo molino.

El caballo no hacía otra cosa desde la mañana hasta la noche que girar y girar alrededor de aquella rueda, lo cual no solo le cansaba mucho sino que lo ponía muy triste. Y es que el viejo caballo recordaba lo veloz y famoso que había sido en sus años de juventud, en los que había vivido infinidad de aventuras y también cómo se burlaba de los otros caballos que eran más viejos y lentos que él.

Ahora, viéndose en esta situación en la que pasaba sus días atado y dando vueltas a dicho molino, se arrepentía de aquella actitud que había tenido cuando era poderoso:

– “Después de las grandiosas vueltas que di en las carreras durante mi juventud, mira las vueltas que tengo que dar ahora. Es un justo castigo por burlarme de aquellos a los que veía más débiles e inferiores”.

 

¿Cuál es la moraleja de la historia?

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp