CUERNAVACA, MORELOS.- Don Eleuterio Hernández Porcayo, artesano de la comunidad de Tlatenchi, Jojutla, se siente hoy orgulloso de exponer su trabajo en el Museo Morelense de Arte Popular (MMAPO), con la pieza del mes, y aunque él heredó de su padre el oficio y lo ha mantenido por más de 30 años, hoy también se siente agradecido de que sus hijos estudien para dedicarse a otra cosa.
La pieza del mes se llama “Armadillo”, tallado exclusivo en piedra pedernal, se encuentra en exposición desde ayer en el museo, en el que también pueden apreciarse y adquirirse otras piezas que el artesano elabora para su comercialización.
Con voz suave, a pesar de que confiesa que ha perdido un poco el oído, comparte que el oficio lo aprendió y heredó de su padre, que también era artesano, y aunque ahora disfruta echar a volar la imaginación para dar vida a animales y seres fantásticos, está feliz de que sus hijos no quieran continuar la tradición.
“Mis hijos ya estudian, y mejor que lo hagan porque si no se las van a ver como yo; mejor que estudien y si más adelante tienen tiempo, que lo practiquen por gusto”, comentó.
Las piezas que elabora cortando, deshaciendo y trillando los pedazos de serpentina o jadeíta, un tipo de piedra en tono verde que consigue en Puebla, van desde collares, metates y molcajetes, hasta máscaras de gesto grotesco y dientes afilados.
“Hago una pieza y si veo que se vende, hago dos o tres más; las que no salen –como las máscaras-, no vuelvo a hacerlas; no se venden porque a lo mejor a la gente les causan miedo, aunque a mí me gustan, me inspiro en los vampiros para hacerlas”, dice con risa tímida.
El armadillo que se exhibe como la pieza del mes, la elaboró como homenaje a la naturaleza; lo mismo que los grillos y las iguanas, porque don Eleuterio considera que es obligación cuidar la naturaleza y su fauna; a él le gusta trabajar con el canto de los pájaros, por ejemplo.
En 30 años de artesano, ha logrado abrir espacios para la venta de sus piezas en lugares como el MMAPO, pero la mayor parte de sus ingresos dependen de la comercialización que hacen terceros, “yo los llamo corredores”.
Dice que esa forma de vender su trabajo le ha funcionado aunque en su experiencia ha sido víctima de vivales que se llevan las piezas a consignación y no regresan nunca. Está consciente de que le roban, pero también indica que la necesidad lo ha obligado a confiar en las personas.
Artesano. Eleuterio Hernández, de 60 años, desde hace 30 años se dedica al oficio y hoy su trabajo se exhibe como la Pieza del Mes.
Por: ANTONIETA SANCHEZ
antonieta.sanchez@diariodemorelos.com
