"Aiga sido como aiga sido”, la Suprema Corte de Justicia de este país en su calidad de Poder Judicial integrante del Gobierno de la República será sólo otro ente sumiso, sujeto y genuflexo a las decisiones del Poder Ejecutivo, para ser sólo un símil del Poder Legislativo por parte de las mayorías morenistas entre los diputados federales y senadores, entregados y entreguistas a los ordenamientos y disposiciones de la presidente de la República, Claudia Sheinbaum Pardo… Ya se contaron los votos tal vez de los siete millones reales de ciudadanos que concurrieron a la farsa de las urnas electorales para sufragar por los ministros, magistrados y jueces federales que en número superior a los 2 mil, quedarán esparcidos a lo largo y ancho del país por haber sido “electos democráticamente”… Que conste, no hablé ni de 10 ni de 13 millones de electores anunciados por los voceros del Gobierno Federal desde la Presidencia de la República y el Instituto Nacional Electoral porque según los observadores de tal proceso, esa fue sólo una falacia que además no necesitaba de cuentas ni de cuentos, pues todas las decisiones para las asignaciones de los puestos referidos estuvieron tomadas y ordenadas con anticipación… Ahora se sabe que desde los tiempos de Andrés López, “El Pejelagarto”, ya estaba considerado el reparto de ministras, ministros, magistradas, magistrados, jueces y juezas federales, lo cual en el curso del Segundo Piso de la Cuarta Transformación fue ratificado o rectificado para insertar las propuestas por los propios preferidos beneficiados para ocupar esos puestos… Lo anterior confirma que tal proceso fue una engañosa patraña para engatusar o llevar a todos los sometidos y comprometidos a las urnas ‘tomboleras’, a efecto de “taparle el ojo al macho” para justificar como se hizo desde el atril mañanero tal engaño, al que se le asignaron primero 13 millones de votantes y luego bajaron a 10 con el argumento de que ningún partido de oposición logró mayor cantidad que esos sufragios en las elecciones de 2024… Nada tenía que ver ni la oposición ni aquella votación con el proceso del Poder Judicial, pero a final de cuentas por el engaño y la demagogia que caracteriza al gobierno de los morenistas, fue el “grandioso argumento” que se esgrimió para acallar bocas… La realidad es sólo una, bajo tal patraña ya hay un Poder Judicial “democráticamente electo” que pronto relevará al otrora todopoderoso Poder Judicial que parecía autónomo y paralelo a los otros dos poderes, pero que bajo la razón o pretexto de la real o supuesta corrupción que en sus espacios prevaleció, fue tundido, vapuleado y de hecho desaparecido… Todavía por ahí, hay voces desveladas que buscan los espacios de la legalidad que prácticamente ya no existen en México para asuntos de esta naturaleza y tratan de refugiarse en las Cortes Internacionales para dejar sentados sus reclamos por todas las falacias, mentiras, engaños, turbiedades, manipulaciones, ilegalidades, violaciones constitucionales y quién sabe cuánto más, por lo que está hecho y embadurnado el proceso del nuevo Poder Judicial de este país, lo cual deja en las mismas condiciones de porquería y miseria a quienes van a integrar sus estructuras… Quién sabe cuánto tiempo tendrá que pasar, para que se limpien las turbiedades que dejan embadurnados a los ministros, magistrados y jueces federales que asumirán esos puestos como integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que adquieran la condición de respetabilidad que no de legalidad para ocupar el puesto que se les entregará… Salvo honrosas excepciones, entre ellas y ellos los ministros, magistrados y jueces federales, que resultarán ser “garbanzos de a libra”, la gran mayoría proceden del sistema ‘tombolario’ que tortuosamente estableció desde el Senado de la República el mitómano ‘medusario’ pastor de los morenistas en la Cámara Alta. Gerardo Fernández Noroña… La tarea más difícil para los nuevos integrantes del Poder Judicial está en demostrar que “NO SERÁN CORRUPTOS” y lograr la respetabilidad del Poder Judicial de la Nación… ¡Ahí la dejamos! ¡Hasta mañana que será un día más!
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