El título de esta colaboración no alude a la celebración religiosa, en el rito católico, que antecede a la Semana Santa.
Tiene que ver con la sorpresiva llegada a Monterrey de una figura de indudable talla mundial: el internacional español Sergio Ramos.
El defensor central nacido en Camas, poblado cercano a Sevilla, cuenta con casi 39 años de edad y lo ha ganado todo en su larga carrera.
Del cuadro andaluz, donde debutó. Fue traspasado al Real Madrid en 2005 por una cantidad que se hizo récord para un jugador de su edad. Con los merengues fue multicampeón de Liga, Copa del Rey y Mundial de clubes.
Vistió la camiseta de la “Furia Roja” en 180 ocasiones, proclamándose campeón del Mundo en el 2010, así como monarca de Europa en dos ocasiones, 2008 y 2012, marcando toda una época para el balompié ibérico.
Tras su salida del club madridista, fichó con el París Saint Germain, que ha querido ganar en el Viejo Continente a base de billetazos.
Sin embargo, las lesiones hicieron presa de él y no pudo consolidarse como titular.
Volvió al redil con el Sevilla y sucedió algo similar, hasta que, de común acuerdo, se desvinculó del equipo andaluz.
Rayados va a jugar el Mundial de clubes este año y quizá eso y cuatro kilos de billetes verdes al año, fueron suficiente material de seducción para hacerse de los servicios de Ramos.
El fenómeno mediático es innegable y prueba de ello fueron los mas de 35 mil aficionados que se dieron cita, en el “Gigante de acero”, para la presentación de su flamante adquisición.
La pregunta es si Sergio será realmente una aportación en el tema cancha y no solo un imán de taquilla y venta de camisetas.
Portará el número 93, en alusión al minuto en que marcó un gol, en la Final de la Champions, al Atlético de Madrid, que significó el empate, para luego en el alargue, en el año 2014, levantar su décima “orejona”.
Por cierto, como anécdota, un servidor se encontraba en la tribuna del estadio “De la Luz”, en la capital portuguesa, sufriendo como seguidor de los “Colchoneros”.
Sergio Ramos me caía en el hígado, pero después de verle jugar en vivo y a todo color, me convertí en su fan.
¡Qué manera de cubrir cancha, de pelear, liderar, correr y ganar!
Luego de la novela para traerlo y la apoteósica recepción, viene el momento de la verdad.
Él ha dicho que requiere tres semanas para ponerse a punto. Aun creyéndole, estaríamos hablando de un debut en la fecha 10 cuando enfrenten al Santos en casa.
Saber también en donde y en lugar de quién lo pondría el técnico Martín Demichelis, si es que todavía está en el timón regio y, finalmente y que no es un asunto menor, que se conserve sano.
El tema de los contratos “bomba”, a veces quedan en simples petardos. Por el bien de Rayados, de la Liga, su afición y el futbol como industria, Sergio triunfe clamorosamente.
Que en Monterrey celebren, a toda orquesta, su…domingo de Ramos.