El modus operandi repite el cartabón de los últimos tres meses. Uno: se reporta que en un antro varias personas acaban de ser atacadas con armas de fuego. Dos: los agresores, que llegaron en vehículos probablemente robados, abren fuego contra los clientes y huyen. Tres: los paramédicos examinan a una muchacha y confirman que está muerta. Cuatro: los heridos son llevados a hospitales. Cinco: los peritos recogen casquillos percutidos de diferentes calibres esparcidos en el piso de la calle… Así que el fiscal general Uriel Carmona Gándara no dijo nada que no supiera la gente de Cuernavaca: que el “cobro de derecho de piso” es una de las líneas lógicas de investigación con respecto a la balacera que ocurrió en los últimos minutos del jueves en el bar “Sophía” ubicado en Domingo Diez y Paseo del Conquistador, donde murió una chica de 25 años (otras versiones mencionaron 18) y fueron heridas nueve personas, a una de las cuales pocas horas después se le reportó grave en terapia intensiva. Pero no obstante recurrentes los casos que apuntan al método de la extorsión por parte de bandas criminales, ha sido hasta en esta ocasión que la autoridad reconoce esta probabilidad... Un día antes del ataque al bar que se localiza en la pequeña explanada de Paseo del Conquistador, la mañana del miércoles dos sujetos dispararon en al menos cinco ocasiones afuera de una taquería de la avenida Universidad, en Chamilpa. Como siempre, los pistoleros huyeron, y por fortuna nadie salió herido. Aparentemente, este como otros ataques que se han vuelto típicos son actos de intimidación para que los dueño de negocios paguen derecho de piso… Con diferencia de un día y unos treinta kilómetros de distancia, el martes en el fraccionamiento “Guayacahuala” de la carretera México-Cuernavaca una madre fue testigo involuntario del asesinato de su hijo, un carnicero que presuntamente se habría negado a ser extorsionado. Declaró la pobre señora: “Escuché los disparos y vi a dos individuos que huyeron en una motocicleta”. Pocos días antes, se publicó una nota en el sentido de que, “derivado de los acuerdos de las mesas de seguridad de la Coordinación para la Construcción de la Paz en Morelos, elementos de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal realizaron recorridos de seguridad y disuasión del delito en el municipio de Huitzilac”… En descargo de la policía, es válido admitir que de vez en cuando logra aciertos. Sucedió el miércoles. Dos personas que se desplazaban en un automóvil se detuvieron en territorio del municipio de Atlatlahucan. Se les ponchó una llanta, de modo que pararon momentáneamente para repararla cuando fueron secuestradas por varios criminales que aparecieron de pronto. Hombres o mujeres, no lo precisa la nota, las víctimas son originarias de Nuevo León y Jalisco. La mañana del jueves, la Fiscalía General de Morelos recibió una solicitud de colaboración de autoridades de ambas entidades, alertada de que dos personas habían sido secuestradas en tierra morelense. Los agentes del Grupo Fusión de la Unidad Especializada Contra el Secuestro actuaron rápido y bien, de modo que por la tarde ya tenían ubicados a los presuntos secuestradores, los detuvieron en un paraje pegado a la carretera de Atlatlahucan y liberaron a las o los plagiados. Fue un final feliz, como infortunadamente no lo fue para la chica que la noche del jueves salió divertirse y en lugar de la alegría se topó con la muerte… En Morelos, a nivel estado el gobierno reaccionó con una recomendación en sus redes sociales pidiendo a los ciudadanos que denuncien a los extorsionadores y lo hagan incluso de manera anónima. De su parte, el Ayuntamiento informó sobre las clausuras de tres antros que, al igual que el bar Sophía, desde la administración anterior operaban sin permisos de funcionamiento en la calle Diana, la avenida Hidalgo y la colonia Cantarranas… Apagada la vida nocturna por la inseguridad, ahuyentada la inversión y afectada la generación de empleos, la persistencia en Morelos y en Cuernavaca de la violencia recuerda el “toque de queda” de aquella noche de abril de 2010, cuando en redes sociales presuntas organizaciones delictivas pidieron a los morelenses que evitaran salir a la calle después de las ocho de la noche pues podrían ser víctimas colaterales de fuegos cruzados entre sicarios del crimen organizado… (Me leen después).

 

Por: José Manuel Pérez Durán

jmperezduran@hotmail.com

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