Molido a golpes por una turba enardecida la noche del sábado, el lunes murió en el hospital del ISSSTE de Emiliano Zapata el hombre que dos días antes fue linchado de Xoxocotla, Fernando Rodríguez Abraham, el empleado de la Secretaría de Obras Públicas de Cuernavaca que atropelló a dos peatones y mató a uno. Frecuentes en México y en Morelos los casos de linchamientos, se reeditó la síntesis de Fuenteovejuna: “¿quién mató al Comendador? Todos a una”. Sólo un día después, poco faltó para que unos cuarenta vecinos de Yautepec mataran a un hondureño que fue sorprendido en el interior de un jardín de niños con intenciones de robar. No sin pocos trabajos rescatado por policías, fue llevado al Hospital General de Cuautla… Es que de eventos parecidos está plagada la historia reciente de Morelos. 31 de julio de 2018. Un sujeto llega al pueblo de Tetela del Volcán. Moreno y joven, viste una playera azul turquesa. Después se sabrían sus generales: Ricardo Alonso Lozano Riva, de 33 años de edad y nacionalidad colombiana. Conduce un Chevrolet Spark modelo 2016 blanco con placas de Morelos que es propiedad de una arrendadora y al rato será incendiado. El extranjero es asegurado por hombres del lugar que, iracundos, lo acusan de cobrar piso. Le ordenan que descienda del auto, lo esculcan y, ¡eureka!, le encuentran 80 mil pesos que deducen son producto de la extorsión. El gentío está seguro de que es uno de esos prestamistas colombianos que ejercen el método de los préstamos que crecen “gota a gota” y llegan a sumas astronómicas, imposibles de pagar por los deudores que, extorsionados, acaban perdiendo hasta la camisa. Enardecidos, los lugareños sujetan al forastero, lo atan al asta bandera de la pequeña plaza de armas, donde el joven de raza negra pelado casi al rape es golpeado hasta causarle la muerte. Para entonces son poco más de las tres de la tarde, pero todavía deberá pasar una hora para que llegue el personal de la Fiscalía a certificar el deceso del extranjero y el cadáver sea subido a la batea de una camioneta pick up que lo traslade al Servicio Médico Forense. La gente del rumbo refirió que hacía semanas que habitantes de Ocuituco, Zacualpan y Temoac eran amenazados por bandas de extorsionadores dedicados al cobro de “derecho de piso”. Avisados de la retención del colombiano, se trasladaron rápidamente a Tetela para añadirse a la gente que acabó linchándolo. Allá, en el pueblo que casi toca las faldas del Popocatépetl, los extorsionadores no se han vuelto a parar… Otros casos: Octubre de 2015. Porque no sucedió en Morelos sino en territorio poblano, en Cuernavaca pasó desapercibido el linchamiento de dos secuestradores morelenses, uno vecino de Amayuca y el otro de Jantetelco. Traían secuestrada a una jovencita de 15 años que de alguna manera logró escapar, cuando un grupo de lugareños de Cohuecan, próximo a los límites con Morelos, ubicó la camioneta de los delincuentes, los agarraron y los llevaron a su pueblo donde los masacraron a machetazos y balazos… Y más atrás en el tiempo. Zacualpan de Amilpas, septiembre de 1992. Furiosos estaban los vecinos que lincharon a dos policías preventivos de nombres Marcos Villafán Montanes y José Santos Caballero. Habían asaltado a un matrimonio, la multitud alegó que con anterioridad entregaron a dos violadores a la Policía Judicial pero el agente del Ministerio Público de Jonacatepec soltó a uno, así que decidieron hacerse justicia por su propia mano… Tlayecac, marzo de 2003. Mariano García Escamilla, un joven de 21 años, es colgado por la multitud que se “justifica”: hacía dos años que le habían advertido que no lo querían ver en su pueblo. Tenía reputación de abigeo y era de Huazulco, municipio de Temoac... O el linchamiento que hasta hoy día estigmatiza a Temoac. Corre el año de 1975 cuando son quemados vivos dos agentes y dos “madrinas” de la Policía Judicial, en la celda de la ayudantía municipal donde han sido encerrados por la multitud que minutos antes acudió al tañido de las campanas. Acusados de que por segunda vez intentaron extorsionar a un curandero muy estimado por el pueblo, sin mayor trámite son quemados vivos… EN temas amables, este del alcalde generador de obra pública, Rafael Reyes Reyes, que hoy mismo despliega las primeras de las 73 obras que hará el Ayuntamiento de Jiutepec durante los tres meses que restan a este año. Se aprecian a simple vista como trabajos duraderos, verbigracia, la calle de concreto hidráulico en la colonia Jardín Juárez, más resistente que el chapopote. A mayor abundamiento, de este material es el piso de la avenida Teopanzolco de Cuernavaca que hizo hace ya treinta y tantos años el recientemente desaparecido Adolfo Deguer Kado, el coordinador de obras de la zona centro en el gobierno de Lauro Ortega… (Me leen el lunes). 

José Manuel Pérez Durán
jmperezduran@hotmail.com 

 

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