Distractor uno: la oposición al tema del Parque Melchor Ocampo. Aducen los pronunciados contra del alcalde Antonio Villalobos Adán: se perderán árboles centenarios y será privatizada su biblioteca. Pero omiten las precisiones hechas por el propio edil: no se trata de una aniquilación sino de un rescate, para lo cual existe un anteproyecto (ojo: no proyecto final) que está siendo analizado por ambientalistas y profesionistas en materias urbana, arquitectónica e ingeniería, entre otras. O sea, gente que sabe, no inventa. Al “Melchor” no se toca, garantizó “Lobo” en rueda de prensa, e hizo este compromiso, público para que de ello quede constancia: “Cuando tengamos el proyecto lo presentaremos ante la sociedad; será un programa de rescate consensuado y analizado a detalle. ¿Quiso decir una consulta pública como las del presidente Andrés Manuel López Obrador? No estaría mal. Insistió: no existe un proyecto final”. Recordó que a este parque no se le ha dado mantenimiento durante más de 20 años. Y remachó, para que no quede duda: “El parque no se toca”… Distractor dos: el juicio político contra el ex gobernador Graco Ramírez, posiblemente ante al Legislativo local. Anunciado el proceso de enjuiciamiento por el consejero jurídico Samuel Sotelo Salgado, señala la imputación de un desvío presupuestal de 120 millones de pesos del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) y la Fiscalía General que alcanza a los ex secretarios de Hacienda, Jorge Michel Luna y Adriana Flores Garza. La deducción es simple por lógica: si la deben, que la paguen, y si resulta el caso, con la sentencia de que sean inhabilitados durante equis número de años para que no tengan “chamba” en el Gobierno de Morelos, o que paguen hasta con cárcel… Y tres, un distractor de nivel político menor pero un tanto mediático: la puesta bajo proceso penal del ex director de Transporte, Noé Sandoval Morales. Liberado hace unos días, luego recapturado y en seguida nuevamente puesto fuera de la celda, está acusado de vender permisos de taxis y obligado a que vaya a firmar cada semana a Atlacholohaya… Y frente a la estrategia que a pocos distrae de lo principal, la percepción social por la realidad de la inseguridad pública, la violencia del crimen organizado, la delincuencia común. Los números son de la Fiscalía General del Estado y la Comisión Estatal de Seguridad: En septiembre ocurrieron cuatro episodios de homicidios colectivos con saldo de 16 víctimas. Mataron a cuatro hombres en la terminal de autobuses Estrella de Oro de la avenida Morelos Sur, seis individuos fueron acribillados en el patio de una casa de la colonia Antonio Barona, a tres sujetos hallaron sin vida en el poblado de Huichila, municipio de Tepalcingo, uno a bordo de una camioneta, dos junto al vehículo y todos con heridas de bala; dos mujeres y un hombre fueron muertos, atacados a balazos en el table dance “Diosas”, de Civac. Otros asesinatos perpetrados en antros: un guardia de seguridad privada en el bulevar Cuauhnáhuac, a la altura del fraccionamiento Pedregal de las Fuentes, así como el dueño y un mesero del bar “Reptilius Wings”, en la colina Granjas de Cuernavaca. Luego de que agosto registró noventa homicidios, septiembre cerró con prácticamente la misma cifra, ochenta y tantas muertes violentas, y como ha venido sucediendo por años, la gran mayoría impunes. El 29 por ciento en Cuernavaca, con 24 casos, convertida así la capital en la localidad más violenta de Morelos, seguida de los municipios de Jiutepec y Puente de Ixtla, con 13 y siete casos, respectivamente; Xochitepec y Zacatepec, cinco cada uno; Emiliano Zapata y Tetecala, cuatro; Tepalcingo, Tlaltizapán y Yautepec, tres hechos en cada municipalidad, más dos en Temixco, Tepoztlán, Tlaquiltenango y Xoxocotla, y al menos uno en Amacuzac, Atlatlahucan, Axochiapan, Ayala, Coatetelco, Jojutla y Mazatepec. Pero luego de destacar septiembre como uno de los meses más violentos de los últimos años, con ochenta y tantos homicidios tras los noventa asesinatos de agosto, el “consuelo” de la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución del Delito de Feminicidio. La declaración de su titular, Fabiola García Betanzos, no tiene… desperdicio. Consideró como “daños colaterales” a la mayoría de las mujeres víctimas de asesinatos. Dedujo la nota que dio: “porque las investigaciones apuntan a que los blancos de los ataques no eran ellas, sino sus acompañantes”. Según ella, hasta el 20 de septiembre la fiscalía que encabeza reportaba 22 casos tipificados como feminicidio y 54 asesinatos de mujeres. Pero no precisa la diferencia entre asesinatos de mujeres y feminicidios. No la hay… (Me leen mañana).

 

José Manuel Pérez Durán
jmperezduran@hotmail.com 

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