El dilema no es saber cuáles son las principales dificultades que han enfrentado los últimos alcaldes de Cuernavaca, tampoco cómo resolverlas, con dinero, mucho, montones. La clave es cómo hacerse de recursos para pagar la deuda histórica de la ciudad, a la Comisión Federal de Electricidad y el agua no escasee en las viviendas cuando paran las bombas, lo cual ocurre muy seguido, en fin, para que en el Ayuntamiento haya liquidez y no falte dinero para la nómina, obras, servicios, etcétera, etcétera.

Si Antonio Villalobos bailó con la más fea, la bailadora que le tocó a José Luis Urióstegui asusta.

Por cierto, ¿qué número de presidente municipal de Cuernavaca le tocará ser a Urióstegui? Unos despacharon en el viejo Palacio Municipal de la avenida Morelos, otros en el ex hotel Papagayo y unos más en el Palacio de Cortés. Aquí, un recuento: Salvador S. Saavedra (1929- 1930), Ignacio Oliveros Barón (1930-1931), Crisóforo Albarrán (1931), Juan Olavaria (1931- 1932), Julio Adán (1933-1934), Lucio Villasana (1935-1936), Manuel Gándara (1937-1938), Alfonso Alemán (1939-1940), Manuel Aranda (1941-1942), José Cuevas (1943-1944), Matías Polanco (1945-1946), Gilberto García Pacheco (1947-1948), Adrían Varela Castellanos (1947) Luis Sedano Montes (1949-1950), Luis Flores Sobral (1950), Luis Alarcón González (1951-1952), Eduardo Díaz Gracilazo (1953-1954), Felipe Rivera Crespo (1955- 1957), Manuel Dehesa (1957), Lorenzo Jiménez (1958-1960), Sergio Jiménez Benítez (1961- 1963), Modesto Reyes Ramírez (1963), Valentín López González (1964-1966), Felipe Rivera Crespo (1967-1969), Crisóforo Ocampo (1970), Ramón Hernández Navarro (1970-1973), David Jiménez González (1973-1976), Porfirio Flores Ayala (1976-1979), José Castillo Pombo (1979-1982), Sergio Figueroa Campos (1982-1985), Juan Salgado Brito (1985- 1988), Eloísa Guadarrama (1988), Julio Mitre Goraieb (1988-1990), Sergio Estrada Cajigal (1991), Luis Flores Ruiz (1991-1994), Alfonso Sandoval Camuñas (1994-1997), Olivia Parra Téllez (1997), Sergio Estrada Cajigal Ramírez (1997-2000), Oscar Sergio Hernández Benítez (2000), José Raúl Hernández Ávila (2000-2003), Adrián Rivera Pérez (2003-2006), Jesús Giles Sánchez (2006-2009), Manuel Martínez Garrigós, Jorge Morales Barud, Cuauthémoc Blanco Bravo, y tal y tal, los menos vivos, los más difuntos y uno que otro vivales…

¿Y algunos gobernadores: Don Lauro Ortega Martínez tenía 72 años cuando en 1982 asumió la gubernatura. Moriría 17 años más tarde, a la edad de 89.

¿Ha sido el gobernador más longevo? Lo sustituyó Antonio Riva Palacio López, en 1988 cuando contaba 66 y viviría 6 más el 15 de julio de 2014 que expiró. Gobernador en 2000-2006, Sergio Estrada Cajigal venía de ser el primer alcalde de Cuernavaca emanado del PAN, en 1997, a la edad temprana de 36, así que puede tener el récord de haber sido el presidente municipal de la capital más joven, un poco más “chavo” que el priista Alfonso Sandoval Camuñas, considerado por muchos cuernavacenses como el más carismático alcalde que ha tenido la capital morelense; muerto por un paro cardíaco el 13 de enero de 1998, un montón de políticos que hoy día rondan los treinta eran niños cuando el trienio de “Poncho”.

Algunos pudieron haberlo conocido “de vista” y unos más por pláticas de amigos o parientes en la convivencia de la trama del tejido social.

El tema entonces son las generaciones políticas… (Me leen después).

Por: José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com 

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