¿FIEBRE O TEMPERATURA?... LO QUE DEBES DE SABER

La palabra “temperatura” es un término coloquial y mal empleado que a menudo la gente usa para hacer mención a una persona que tiene fiebre.

Como especialistas es importante hacer la aclaración, definir bien en qué consiste la fiebre para que el termino se elimine y se utilice el adecuado.

La temperatura corporal se mantiene en equilibrio en el cerebro, ahí existe un pequeño centro regulador llamado “Hipotálamo” el cual ante estímulos externos como el medio ambiente, ropa, alimentación, enfermedad, trata de mantener nuestra temperatura en niveles normales y echa a andar mecanismos para liberar este calor, tales como el sudor, aumento de la frecuencia cardiaca e incluso estimula la sed, sin embargo cuando este equilibrio se rompe la temperatura corporal aumenta y se desencadena la fiebre.

Entonces: ¿Qué es la fiebre? Se considera fiebre de una manera general a una temperatura mayor de 38 grados, haciendo una medición de manera rectal o axilar. Se ha utilizado el termino febrícula cuando se registra una temperatura mayor a 37.5 sin embargo causa confusión en los padres por lo que se prefiere no utilizar este término.

El dispositivo que se precisa para toma la temperatura es el termómetro, existen varios tipos de diferentes materiales o métodos para medirla, por ejemplo: el digital, de mercurio (que cada vez se usan menos) o infrarrojo.

Las guías recomiendan tomar la temperatura central, esta es de manera rectal sin embargo es un método poco aceptado por los pacientes y sus cuidadores, sin embargo, existe una alternativa que también es muy efectiva y es la toma en región axilar esta da resultados confiables.

¿Dónde quedó la temperatura? En este punto me gustaría hacer la aclaración del término “Tiene temperatura” haciendo referencia a cuando el paciente tiene fiebre, ya que temperatura corporal todos tenemos todo el tiempo, esta oscila entre de manera regular entre 36 a 37.9 grados, así que usar este termino es una expresión incorrecta.

Existen muchas causas que pueden provocar fiebre, las que destacan y por las cuales acuden mayormente a consulta, son las causas infecciosas, enfermedades virales, bacterianas o procesos mas graves como los oncológicos o enfermedades autoinmunes.

La fiebre no es una enfermedad, es un signo, una señal de alarma que nos está avisando que hay algo que se encuentra presente en el cuerpo y esta desencadenado esta reacción, a su vez la fiebre no va sola puede estar acompañada de síntomas como pilo erección, manos o pies fríos, palidez de las extremidades, escalofríos, sudoración, dolor de cuerpo o de cabeza, complicación para respirar, dolor muscular o articular. En temporada de calor y exposiciones por tiempo prolongado al sol se puede registrar fiebre, por lo que hay que estar pendientes de la evolución del paciente para detectar de donde proviene el síntoma y a que padecimiento corresponde.

Siempre es importante que cuando un niño presenta fiebre se individualicen los casos, además de que acudan a revisión y evaluación por el pediatra esto de manera inicial para determinar el origen de la fiebre, dar el seguimiento para que no se vuelve grave o persistente (durante 3 o 4 días), e incluso descartar que este fenómeno sea recurrente ya que en algunos casos en niños mayores de seis meses y menores de 5 años puede registrarse fiebre frecuente. Para tratar la fiebre existen diversos métodos utilizados como el baño con agua tibia, los fomentos, múltiples remedios caseros, sin embargo, no es lo ideal.

Se cree que la fiebre en niños primero se trata en casa y después con un especialista, pero lo correcto siempre será que ante cualquier síntoma se acuda con el médico pediatra y sea él quien determine el tratamiento adecuado, vigile la evolución de la enfermedad y esta cesé en un tiempo corto. Nos leemos en la próxima columna. Edgar Edel Gutiérrez León. Médico pediatra

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