Después de muchas investigaciones que han tenido a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos en jaque durante varios años, por la falta de recursos para solventar la nómina, se comprobó la participación del ex rector Alejandro Vera Jiménez en la triangulación fraudulenta de recursos entre Sedesol, la UAEM y una empresa fantasma; existe una larga historia sobre esta acusación de desvío de recursos, y se mezclan en ella el activismo social y político, persecución y un supuesto secuestro, así como el pleito del ex rector con el ex gobernador Graco Ramírez. El 23 de enero de 2018, Alejandro Vera fue detenido por las autoridades estatales ante su presunta responsabilidad por abuso de confianza. Derivada de una investigación iniciada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la magistrada Zulema Mosri presentó sentencia del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), según la cual Alejandro Vera Jiménez, ex rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) es culpable del desvío de 239.3 millones de pesos. El proyecto de la impartidora de justicia fue votado por unanimidad en la Sala Superior del organismo. La autoridad señala que el ex rector incurrió en responsabilidad resarcitoria al haber signado un contrato con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para la recepción de esos recursos (destinados presuntamente a servicios de apoyo técnico para la Cruzada contra el Hambre), a finales de 2013, asegurando que la UAEM “tenía capacidad técnica, material y humana para brindar los servicios”. Aquí empiezan los problemas, porque lo afirmado fue una mentira, ya que por órdenes de Vera Jiménez la máxima casa de estudios en Morelos subcontrató a la empresa Evyena Servicios, S.A. de C.V., la cual resultó ser “fantasma” y nunca fue localizada en el domicilio registrado en el contrato y en el acta constitutiva, “ubicado en San Pedro Garza García”, ni tampoco “en el domicilio de la factura presentada a la UAEM, en Monterrey”, según se lee en el expediente de la ASF. En la sentencia se establece que la Sedesol, bajo el mando entonces de Rosario Robles Berlanga, hoy privada de la libertad, dio por cumplidos desde el 15 de noviembre de 2013 los compromisos adquiridos por la UAEM, mediante un convenio firmado el 6 de mayo de ese año (2013) con Vera Jiménez. Pero fue hasta el 7 de diciembre cuando la institución educativa morelense licitó la contratación de los servicios de apoyo técnico para la Cruzada contra el Hambre, que adjudicó el 18 de diciembre a Evyena Servicios, S.A. de C.V. “El mismo día, se firmó el contrato y se transfirió el dinero (...) La firma del convenio y el apéndice de 6 de mayo de 2013 son las causas eficientes del daño, sin ellos no se hubiera materializado el desvío de recursos públicos federales a través de operaciones inexistentes”. Aquí habría que ver quiénes están involucrados, porque en esa época varios funcionarios de la UAEM compraron casas al contado por varios millones de pesos, lo que hace sospechar que algo tuvieron que ver. Esos recursos provinieron de la federación y fueron desviados a través de la operación que se considera inexistente, y que es parte del esquema denominado “Estafa Maestra”, por el cual miles de millones de pesos fueron desviados de la Sedesol a través de distintos entes públicos en todo el país, especialmente por universidades, a lo largo de varios años. Legalmente el ex rector tiene aún la opción legal de impugnar el fallo, mediante amparo directo ante un tribunal colegiado. Porque si la responsabilidad resarcitoria de Alejandro Vera es confirmada, se convertirá en un crédito fiscal ejecutable por el Servicio de Administración Tributaria, lo que implica que el también ex aspirante a gobernador de Morelos estaría obligado a regresar esos recursos. Lo interesante es que ésta es la punta del hilo que puede conducir a varios sujetos más que se aprovecharon de su paso por la UAEM para hacerse ricos. Los morelenses estamos ya hartos de que, por angas o por mangas, tengamos a los funcionarios más rateros del país, o al menos así lo parece. ¿Cómo es posible que una institucion de educación superior, de la calidad de la UAEM, cuyo reconocimiento académico no está en duda, sufra cada año para poder sacar adelante la nómina de docentes y trabajadores, cuando la austeridad en la UAEM es patente en todas las áreas? La época del ex rector comenzó con la falta de recursos, pero al mismo tiempo se crearon centros educativos dentro de todo el estado sin que éstos tuvieran la demanda necesaria para justificar la inversión, no sólo en los edificios, las aulas y su acondicionamiento; la prueba de la mala planeación es que en algunos, a la fecha, son más los profesores que los alumnos. La falta de planeación en una institución académica, a la que le sobran los especialistas para planear adecuadamente su crecimiento, es un hecho evidente del cual no se le ha hecho responsable. Hay muchos puntos obscuros en la forma en que se llevó a cabo ese fraude a la nación, pero no se vale involucrar a toda una institución que se ha caracterizado desde su fundación por ser ejemplo para la juventud morelense. ¿No cree usted?

Por Teodoro Lavín León / lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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