La verdad es que nos encontramos en un momento crítico en Morelos, en el cual la rumorología no deja de ser una fuerte manera de crear desconcierto entre los morelenses. Las notas nacionales, después de que el vicefiscal llevara las tres acusaciones para el juicio de procedencia del Gobernador del Estado a la Cámara de Diputados local, ha traído una serie de dimes y diretes que en verdad ponen en jaque a cualquiera.
Al mismo tiempo, nos señala el nuevo alcalde que tenemos que reciclar la basura y se espera que, de acuerdo con un proceso legal que tiene muchos años, tenemos los cuernavacenses que no sacar los deshechos sólidos a las calles, porque en cualquier momento puede ser que no exista quien los recoja, debido a la obligación de regresar a PASA al servicio de recolección de basura, ya que así lo determinó una juez.
Por lo pronto, la rumorología está en cada rincón, donde más de tres se junten para platicar hay quienes señalan que lo de PASA no crecerá, porque están involucrados todos los ex alcaldes y, entre ellos, está el ejecutivo estatal, y ya son varios políticos en funciones que nada hicieron para pagar la deuda, cuando era sumamente barato liquidarla, a sabiendas que desde que se le quitó la concesión el acuerdo al convenio termina hasta 2027.
Esto, desde luego, ha traído una serie de chismorreos sobre lo que sucede en la administración del Gobierno del Estado, ya que en redes sociales ha corrido como un bólido la noticia de que el jefe de la oficina de la gubernatura se va el día de hoy a su casa; José Manuel Sáenz ha sido uno de los más cercanos colaboradores del ejecutivo estatal y los rumores se atreven a señalar que su liquidación será de 500 mil pesos, ya que el poderoso número uno del poder ejecutivo ya empezó a sacar sus pertenencias de su oficina en cajas de cartón, según versiones de “radio pasillo”, para entregar al final de la quincena.
Y peor se puso la cosa cuando, en una columna política de un periódico de circulación nacional, escribieron lo siguiente: “Dicen los que saben que en Morelos las cosas se pusieron ardientes. Que el gobernador Cuauhtémoc Blanco ya pidió la renuncia de su Secretario de Gobierno, Pablo Ojeda, y de su Secretaria de Hacienda, Mónica Boggio Tomasaz Merino, entre otros, un día antes de que la Legislatura del Congreso del Estado de Morelos decida si procede o no el juicio político en su contra”.
La columna nacional agrega que: “Resulta que hubo un error monumental en sus cálculos y ellos consideraban que se necesitaban 14 votos para lograr su desafuero, la realidad de la que se enteraron la mañana de este jueves es que sólo se requiere de 10 votos para que se logre la procedencia; el caso es que los nervios están de punta en la Casa de Gobierno porque, al parecer, la operación política que intentaron hacer desde la Fiscalía Anticorrupción del Estado los puso en la mira y no tuvo el éxito esperado. De hecho, las conversaciones que lograron hacer no tuvieron un final feliz”. Esto es totalmente erróneo, se necesitan catorce votos para que pase el procedimiento, quien diga lo contrario miente.
Todo este proceso está siendo observado con atención desde las oficinas del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que está a la espera de la resolución, y ya hay al menos dos posibles candidatos para tomar la gubernatura, uno de ellos es Rabindranath Salazar Solorio, Subsecretario de Gobernación; y Margarita González Saravia Calderón, Directora de la Lotería Nacional.
Lo cierto es que, en verdad, ya lo consulté y se necesitan 14 votos para llevar a cabo el procedimiento, pero estas noticias chafas solo acrecientan la incertidumbre.
El problema con tanto chisme es que la gente empieza a especular de más y se empiezan a mover los que, al parecer, estaban muy tranquilos; y la verdad es que no se ve nada claro y la incertidumbre crece y hace mucho daño. ¿No cree usted?
Hablando de otra cosa, hoy es la rueda de prensa en la Cámara de Comercio Servytur, donde se anunciará la celebración de los cien años de la misma, que se cumplen el próximo mes de septiembre, por lo que estará durante un año de manteles largos. Felicidades.
Por: Teodoro Lavín León
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