A un lado del centro de la ciudad de Sucre, en Bolivia, existe el parque cretácico con el yacimiento de huellas de dinosauros más grande del mundo.

Este lugar tan importante para el estudio de la humanidad está en medio de una fábrica de cemento que trabaja increíblemente entre el parque y el yacimiento, algo que debería de terminarse, ya que este último es parte importante de la historia de la humanidad.

El farallón de huellas de dinosaurio Cal Orck’o se encuentra a cinco kilómetros del centro de la ciudad de Sucre. Actualmente tiene una extensión de aproximadamente 1,200 metros de longitud y una altura variable de 110 metros, con una inclinación de 72°. Es uno de los depósitos icnológicos (estudio de huellas fósiles) más importantes del mundo, por referirse a un período geológico del que se tiene pocos registros.

El yacimiento pertenece a la Era Mesozoica, Periodo Cretácico (Maastrichtiano Superior), “Formación El Molino”. Esta formación consiste en secuencia de calizas, dolomitas, margas y arcillas intercaladas.

En Bolivia esta formación contiene una gran variedad de fósiles muy elocuentes por estar depositados en rocas que contienen el límite entre el Cretácico Superior y el Terciario (Paleoceno).

Hacia finales del periodo Cretácico, hace 68 millones de años, hubo un gran ingreso marino que se extendía desde la costa del Atlántico Sur, atravesando lo que actualmente es Argentina, hasta el entonces bajo Valle de Potosí, en Bolivia.

El Cretácico Superior fue una época de clima templado que se caracterizaba por periódicas inundaciones, en un paisaje dominado por formas vegetales como ginkgos, coníferas, araucarias, cicas y magnolias. Durante este tiempo, los enormes titanosaurios, los últimos dinosaurios gigantes de cuello largo, recorrían las planicies dejando sus huellas en el suelo arcilloso de lo que actualmente es el fallaron de huellas de dinosaurio más importante del mundo, Cal-Orck’o.

A través de un puente natural que se había formado entre América del Norte y América del Sur, que se encontraban aisladas, se producía un interesante intercambio de fauna que traería por primera vez especies de dinosaurios típicos del hemisferio norte al hemisferio sur que fueron estableciendo una colonización escalonada a medida que iban avanzando.

Entre las especies inmigrantes se encontraban dinosaurios herbívoros de costumbres gregarias como los hadrosaurios, que se desplazaban en grandes manadas que incluían ejemplares tantos adultos como juveniles; anquilosaurios y ceratopsios que acompañaban a estos grupos migratorios en busca de alimentos y huyendo de los depredadores que seguían sus rastros.

Durante la temporada lluviosa estos terrenos se inundaban depositando lodo que formaba una capa de sedimento que encapsulaba y preservaba las huellas dejando el escenario preparado para el registro de nuevas pisadas.

Varios millones de años más tarde un enorme meteorito sería el factor más probable de la extinción masiva de fines del Cretácico.

Posteriormente, durante el Terciario la cordillera de los Andes comenzaba a formarse debido al continuo movimiento de las masas continentales, cambiando radicalmente la topografía, formando cerros y montañas, elevando el valle central de Bolivia y la Cuenca de Potosí, llevándola tan arriba que se alejó del mar para siempre, formando el Altiplano y las regiones cercanas, de esta manera lo que antes fuera una playa se modificó formando el actual farallón huellas de dinosaurio de Cal Orck’o y dejando al descubierto uno de los registros de “rastros fósiles” más importantes, extensos y completos del mundo.

Entre otros fósiles encontrados en esta región se destacan los huesos y caparazones de tortugas acuáticas, dientes de cocodrilo, vértebras de cocodrilo, así como también fragmentos de pterosaurios. Los restos más común en el farallón de huellas de dinosaurio son fósiles de peces de agua dulce. Los dos géneros más frecuentes son Pucapritis y Gastroclupea brannisai, éste último similar a las sardinas actuales. En esta región también se han encontraron dientes y escamas de Picnodontiformes y fragmentos de cráneo de Siluriformes así como también algas estromatolitas como Pucalithus stenmanni, invertebrados como pelicípodos, gasterópodos y coprolitos (eses fosilizadas), entre otros restos.

El farallón de huellas de dinosaurio Cal Orck’o cuenta con más de cinco mil huellas de tetrápodos de alrededor 15 especies distintas, entre las que destacan los Saurópodos titanosaurios, Terópodos, Ornitópodos y Ankylosaurios.

Por último, el descubrimiento de esta localidad acredita a “Cal Orck’o como el yacimiento de huellas de dinosaurio más importante localizado en el mundo, en términos de tamaño, diversidad, valor geológico”, revelando secretos que obligaron a reconstruir la historia del planeta y corregir errores científicos de estos fabulosos animales, desaparecidos hace millones de años.

La experiencia de visitarlo es extraordinaria es parte de la historia de la humanidad que tenemos que cuidar, ya que las huellas son mudos testigos de hace más de 600 millones de años. ¿No cree usted? 

 

Por: Teodoro Lavín León

lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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