Después de meses de vacaciones forzadas, por la pandemia por un lado y por la flojera por el otro, el Poder Judicial ha seguido parado durante meses; la verdad es que los pobres abogados del estado ya no saben qué hacer, pues tienen sus ingresos detenidos porque todo está cerrado; por lo que, ante esta parálisis, urgieron a los magistrados a activar las tareas o, en caso contrario, entrarán en una huelga de hambre.
La verdad es que con tanta grilla, y después de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es importante que ya empiecen a trabajar como lo hacen todos los gobiernos en el país, a medias pero resolviendo lo más urgente.
La economía está parada y ese mal nos está llegando a todos; sabemos que está en un círculo vicioso y que es necesario que circule el recurso para que se vuelva a echar a andar la economía; por lo que los abogados tienen razón.
Encabezados por Enrique Paredes Sotelo, aquéllos determinaron que este 17 de agosto, conforme a los planes oficiales, tienen que reanudarse las diligencias, desplegar la función jurisdiccional y sustanciar los diferendos y “conflictos”, entre otras acciones.
La mañana del pasado lunes, un contingente de jurisconsultos se presentó en las inmediaciones del Tribunal Superior de Justicia, cumpliendo con todas las medidas de seguridad de salud, y ahí refrendaron la presión que han ejercido desde hace unas semanas para retornar a las tareas, lo cual es “inaplazable” en función de los “pendientes” que existen. Esto, coincidieron, ha “afectado” la dinámica en materia de procesos que se derivan de la Carta Magna.
En un momento, los juristas (quienes forman parte de las cuatro zonas de la entidad) bloquearon la fluidez vehicular de la arteria donde está el tribunal; entonces, Yessica Ortega, una de las voceras del oriente, ponderó que recientemente entregaron un documento a los magistrados, conminándolos a dar celeridad a los quehaceres (detenidos, en parte, por la pandemia de covid-19). Adujo que sus esfuerzos han sido en vano; por ejemplo, no se abrió el 30 por ciento de los juzgados. Recalcó que el rezago sigue acentuándose.
Por otro lado, a través de un comunicado, el presidente del organismo, Rubén Jasso Díaz, realizó una “supervisión” en los juzgados civiles de primera instancia del Primer Distrito (con sede en Cuernavaca), a fin de vislumbrar el cumplimiento del “Protocolo de Seguridad Sanitaria en el Entorno Laboral del Poder Judicial del Estado de Morelos”, luego de que el pasado viernes 12 de los 14 que integran el Pleno determinaran la continuación de labores jurisdiccionales y administrativas “a puerta cerrada”.
Además, aclaró “inquietudes” de algunos profesionales de la abogacía en torno a la operatividad de la “nueva normalidad y funcionamiento”.
Se comprometió a verificar los asuntos, para que comiencen a publicarse (a partir del 17 próximo), en “términos procesales”, para evitar “aglomeraciones”.
“No es lo ideal, no es lo que los abogados queríamos, esperábamos que el Tribunal Superior de Justicia arrancara en forma que pudiéramos pasar a revisar los expedientes que comenzarán a correr los términos judiciales”, expuso el Presidente del Colegio de Abogados de Morelos, Enrique Paredes Sotelo.
El representante de los litigantes, que había anunciado que si este lunes no reiniciaban labores en el TSJ su agrupación se pondría en huelga de hambre, insistió en que no era lo que se esperaba, pero que al menos era un inicio. Fue enfático al señalar que, pese al reclamo de la ciudadanía y de los abogados porque el TSJ reiniciará actividades normales de manera paulatina, el pleno del organismo decidió aceptar otras dos semanas más de “letargo” para poder organizarse, luego de que tuvieron cuatro meses para hacerlo y no lo hicieron.
Lo que implica que están dando muestras de bastante flojera los magistrados en el momento difícil que vivimos en México y en Morelos, momento en el que todos debemos poner algo de nuestra parte, aunque sea un poco, para mitigar los problemas de salud y económicos resultado de la pandemia.
El líder de los jurisconsultos recalcó que él y sus colegas estarán pendientes de que se cumpla el protocolo y, sobre todo, de que en la tercera semana de agosto, cuando comiencen a correr los plazos, ya puedan los abogados y los justiciables acudir a revisar sus expedientes.
“Tenemos que estar conscientes de que la situación es difícil para todos”, dijo.
Nadie dice que esté mal que el Presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Rubén Jasso Díaz, supervise todos los Juzgados Civiles de Primera Instancia del Primer Distrito, con sede en Cuernavaca, para verificar el cumplimiento del “Protocolo de Seguridad Sanitaria en el Entorno Laboral del Poder Judicial del Estado de Morelos”, luego de que, el pasado viernes, 12 de los 14 magistrados que integran el Pleno determinaron la reanudación de labores jurisdiccionales y administrativas en esta institución, pero que sea a puerta cerrada.
La situación está peliaguda y la justicia detenida, pero ya es necesario que se reinicie la actividad para beneficio de todos. ¿No cree usted?

Por Teodoro Lavín León / lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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